La concejala socialista justifica sus insultos al regidor de Miño «por el clima de confrontación política»

La Voz BETANZOS / LA VOZ

MIÑO

CÉSAR DELGADO

«Si veo al alcalde me cambio de acera», dijo en el jucio otro de los acusados

05 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La abogada y concejala socialista del Concello de Miño, Emma González, ejerció su propia defensa y la de otros tres vecinos del municipio denunciados por el alcalde y su esposa a causa de los comentarios vertidos en las redes sociales a raíz de la convulsa investidura del regidor el 13 de junio del 2015. En el juicio, celebrado ayer en Betanzos, Emma González indicó que sus alusiones de «vendido, trepa y miserable» se referían al actual alcalde, Ricardo Sánchez, por su papel político, a lo que consideraba una traición al pueblo de Miño por un pacto oculto con el PP para ser alcalde. Este indicó se había sentido «amenazado», entonces y en los días siguientes, y culpó a los militantes socialistas de jalear al resto de vecinos para ponerlos en su contra «y forzar mi dimisión». Apostilló que alguien lo había amenazada y achacó el incidente a ese clima de tensión del que culpa al grupo socialista. Por su parte, la mujer del alcalde, Patricia Mónica Maggiora, declaró que vivía en una situación de pánico que la llevó a mes y medio sin salir de casa ni sacar a los perros por temor a que se los envenenasen.

La concejala socialista le replicó que no entendía tanta angustia cuando había sido incluso capaz de proferir ataques e insultos al entorno de los denunciados, como a la propia hija de Emma, a la que llamó «gitana de feria».

Otro de los denunciados que había hecho alusiones en Facebook sobre «fusilamientos al amanecer» reconoció que no había estado «muy atinado», pero añadió que aún a día de hoy «si veo al alcalde me cambio de acera». La acusación reclama a cada uno de los denunciados una multa de alrededor de mil euros (12 euros al día durante tres meses) por un delito de amenazas y otro de coacción, una cifra que aumenta con la indemnización que reclama la esposa del alcalde, que pide 3.000 euros por daños morales.