La Naturaleza contra el Solymar

Toni silva MIÑO / LA VOZ

MIÑO

césar Delgado

El mítico edificio de apartamentos sufre un derrumbe de tierra a los dos años del temporal que seccionó el inmueble

04 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los apartamentos Solymar son uno de los iconos del verano de Miño. Su estructura encalada en la esquina más urbanizada de la playa Grande, su diseño amable de escasa altura, y sus muchas décadas como residencia de verano (muy apreciado especialmente por fieles clientes de Madrid) lo han convertido en un edificio referencia en la hostelería de este rincón coruñés.

Pero también es una construcción sobre el que se están ensañado los elementos. Hace apenas dos años y medio, los continuos temporales derribaron la fachada frontal destrozando tres habitaciones a golpe de mar. Fue una desaparición lenta, ladrillo a ladrillo a golpe de ola, cuyas espectaculares grietas fueron dignas de asomar en los telediarios de toda España. Aquel contratiempo fue aprovechado por el Concello de Miño y la Demarcación de Costas para construir un pequeño paseo marítimo, ya que el mar también se había llevado buena parte del escaso suelo construido hasta entonces en esta playa. Como consecuencia, algunas farolas casi tocaban el suelo.

Ahora, dos años después, la naturaleza ha vuelto a revolverse contra estos apartamentos, que siguen operativos, con un derrumbe de la ladera trasera afectando a la valla del negocio hostelero. En los últimos meses, varios árboles dejaban caer sus piñas a la zona, por lo que el Ayuntamiento optó por instar a la retirada de los dos pinos «responsables». Pero el remedio parece haber sido peor que la enfermedad. «Las raíces contenían la tierra, pero ahora con las primeras lluvias, se cayó un buen trozo de ladera», relata Margarita Cagiao, propietaria de los apartamentos Solymar. En el Concello ya han tomado nota de lo ocurrido y aseguran que están ultimando las medidas. «Vamos a reparar la zona alta de la calle y consolidar la tierra, y luego los propietarios de la finca de la que cae la tierra tendrán que hacer su trabajo», explica el alcalde de Miño, Ricardo Sánchez, sobre la zona conocida como Cortiña do Crego.