Denuncian que el local se precintó sin que les permitieran retirar los objetos personales y las herramientas de trabajo de su propiedad
25 ago 2015 . Actualizado a las 16:38 h.Los responsables de la empresa Dibujo y Gestión Catastral S.L. aseguraron ayer que el cierre de la oficina del catastro en Miño fue arbitrario y que se hizo sin previo aviso. En un comunicado, indican que a los empleados se les denegó la entrada a la dependencia municipal desde donde se prestaban los servicios de atención al público «a pesar de encontrarse contribuyentes a la espera de ser atendidos». Además, según indican, se precintó dicho local, situado en la planta baja del Consistorio, «sin que se nos permitiera retirar los objetos personales y las herramientas de trabajo de nuestra propiedad, tales como programas, planos y material de oficina, sin que todavía se nos haya permitido su retirada».
Portavoces de Dibujo y Gestión Catastral S.L., también aclararon que a pesar de que el alcalde, Ricardo Sánchez, asegura que el cierre de la oficina se realizó por irregularidades al no estar atendida por funcionarios y haber finalizado el contrato en mayo del 2014, la empresa en realidad siguió prestando los servicios contratados «de común acuerdo con el consistorio, que no quiso dejar sin servicio a los contribuyentes, hasta que dicho servicio fuera sacado a concurso, y por eso ha seguido remunerando a esta sociedad».
En cuanto a las declaraciones del alcalde, desde la empresa también quisieron matizar que recibieron un oficio de la alcaldía el 3 de agosto comunicándoles que el día 31 deberá cesar la prestación de los servicios, pero «no se nos solicitó documentación alguna». También añadieron que en los 10 años que se lleva realizando este servicio «nunca habíamos tenido una queja ni por parte de ningún contribuyente ni de los gobiernos municipales».