Las calles del municipio se volvieron a llenar de manifestantes exigiendo la dimisión del regidor y mostrando tarjetas rojas
05 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Un sábado más, centenares de vecinos de Miño mostraron su rechazo al nuevo alcalde de la localidad, Ricardo Sánchez, por hacerse con la alcaldía en el pleno de investidura del pasado mes, al contar con el apoyo de los populares. Una manifestación, la de ayer, que es más crucial si cabe que las anteriores ya que está próximo el plazo límite para convocar el pleno de constitución del gobierno local. Y es que la ley obliga a los alcaldes de municipios de más de cinco mil habitantes, como Miño, a formar comisión de gobierno antes de ocho días. El plazo límite expira el próximo 13 de julio y, por el momento, las negociaciones con el PP y el PSOE están rotas, después del plantón que ambos partidos le dieron al nuevo regidor en la reunión que había convocado esta semana para tratar el caso Fadesa y de que el propio Ricardo Sánchez anunciase la ruptura del pacto de gobierno entre su candidatura y el PP.
Con este panorama, cerca de 700 manifestantes, según la organización, protestaron por las calles de Miño y delante de la casa consistorial contra el regidor. En esta ocasión, llevaban tarjetas rojas para mostrar su desacuerdo con el alcalde. Unas tarjetas rojas que llevan implícitas la petición de dimisión de Ricardo Sánchez, algo que no ha contemplado hasta el momento.
No faltó en la manifestación de ayer declaraciones del portavoz socialista, Manuel Vázquez Faraldo, sobre la reunión fallida que el alcalde pretendía mantener con el PSOE y el PP. Faraldo ironizó sobre el hecho de que Ricardo Sánchez se hubiera dado cuenta de cuál era la solución al caso Fadesa: «Primero que es problema grave, segundo que no hay dinero y tercero, que hay que pedirlo», explicó a los manifestantes.
Pero Faraldo también tuvo palabras para los concejales del PP de Miño, solicitándoles que en el pleno de constitución del gobierno local, le retiren el apoyo a Ricardo Sánchez. Para el PSOE esta es la única solución para terminar con esta situación, a la que califican de «estafa electoral».