Una boda entre menhires

Pablo Portabales
Pablo Portabales A CORUÑA

CURTIS

02 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

1La pareja lo tenía muy claro. Querían casarse al aire libre y con vistas al mar. El encargo lo recibió Rocío Vázquez de las Heras, de la firma de organización de eventos Luz Verde. «Llegamos a la conclusión de que el mejor sitio era la zona de los menhires porque se puede acceder fácilmente para descargar el material y es llanito», comenta Rocío. Pidieron permiso al ayuntamiento con el pertinente croquis de lo que iban a hacer, abonaron las tasas y cumplieron así el deseo de Iria y Rodrigo. Viven en Madrid pero ella es una enamorada de A Coruña, donde siempre pasó los veranos y por eso decidió casarse aquí. Él es portugués. Como se pueden imaginar el singular enlace suscitó una gran expectación en la zona y había más gente viendo que invitados. «La gente fue muy respetuosa, en el montaje nos preguntaban qué es lo que iba a pasar allí, pero durante la ceremonia hubo menos personas viendo», destaca. Para hacer realidad el sueño de los novios trabajaron los de la empresa Integra, de complementos de cátering, La Florería, el grupo de cámara Minueto y los de la firma Tótem, que instalaron un estand de limonada rosa para ofrecer a los 130 invitados. La boda civil incluyó la ceremonia de la arena, en la que Iria y Rodrigo juntaron en un tarro arena de la playa de Estoril y de San Amaro. Se arriesgaron, porque lo más normal en una boda al aire libre en esa zona es que el viento o la lluvia te amarguen la fiesta, pero tuvieron suerte y el sol les sonrió. La celebración continuó ya a cubierto, en el salón principal del hotel Finisterre, también al lado del mar que tanto gusta a estos novios.

En la ambulancia

2Amigos y compañeros, hasta sumar más de un centenar, regalaron ayer una fiesta sorpresa a Manolo Garrido Rioja. Durante 23 años fue conductor de la ambulancia municipal de Cruz Roja y se acaba de jubilar. «Su dedicación, su manera de infundir ánimo, sus clases magistrales...», comenta otro trabajador, que considera que Manolo formó a una generación de emergencistas coruñeses. «Nos ha convertido en lo que somos», afirma con rotundidad. Motivos de sobra para tributarle el homenaje a este hombre de la ambulancia que salvó vidas y atendió a miles de ciudadanos. «Para él no eran usuarios, sino personas», destacan los que trabajaron a su lado durante más de dos décadas.

Reunión de los Mariño

3Hay familias monoparentales, las que están formadas por una pareja, por tres miembros, y las numerosas. Y luego está la de los Mariño, que suma más de 150 familiares bien avenidos que ayer decidieron juntarse y celebrar por todo lo alto que comparten el mismo apellido. La cita tuvo lugar en Boente (Arzúa) de donde es originaria la saga familiar, aunque tiene una rama muy importante en Curtis, «y hay Mariños repartidos por todo el mundo. El más pequeño tiene dos años y tenemos dos familiares de 97», me cuenta nuestro antiguo compañero Andrés Mariño, uno de los promotores del encuentro. El día comenzó con una misa en la iglesia de Boente, seguida de una ofrenda en el panteón familiar, y luego se fueron a celebrar una comida multifamiliar al área recreativa de Ribadiso.