La Audiencia Provincial de A Coruña le ha imputado un delito de homicidio y otro de lesiones
05 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La Audiencia Provincial de A Coruña condenó a Francisco Javier Espiñeira Maques a una pena de 16 años de prisión como autor de un delito de homicidio y otro de lesiones.
Los hechos que mantendrán en prisión a este vecino de Curtis de 48 años una larguísima temporada sucedieron la última noche de las fiestas de su localidad en el 2013. Aquella madrugada, José Alberto Rioboo Vázquez, de 46 años, recibió varias puñaladas que le costaron la vida a las puertas de un bar de la localidad. Quien lo mató fue Francisco Javier, conocido de la víctima y que fue detenido por la Guardia Civil cuando lavaba la sangre de su ropa.
Los hechos comenzaron minutos antes de las siete de la madrugada del 28 de agosto del 2013 en el interior del bar Britania, a escasos 50 metros del campo de la fiesta. En el interior del local se encontraban el supuesto agresor y la víctima. El primero comenzó a faltar al respecto a los presentes, especialmente hiriente fue con el fallecido. Pero al ahora condenado no le importó que la víctima no le diese pie a discutir, llegando incluso a salir del bar. Fue tras él y en la calle le clavó un cuchillo. También atacó a un amigo de la víctima que intentó mediar.
El cuerpo sin vida de Rioboo quedó tendido en el suelo con varias puñaladas en el costado y en la espalda y una en la arteria aorta que, probablemente, la causó la muerte. En el juicio, en el que la acusación particular fue ejercida por el abogado Pablo Freire, el procesado pidió perdón a la familia del fallecido y dijo: «Fue una muerte gratuita».