El peligroso tramo de la N-634 que discurre por el municipio de Curtis es un asfalto ondulado, muy ventoso y sin apenas señales de reducción
25 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La N-634 es una carretera en la que confluye un intenso tráfico de camiones, una exposición abierta a los fuertes vientos y 16 cambios de rasante entre la A-6 y la glorieta de Sesmonde. También hay profundas tajeas que hacen peligrosas las salidas de vía. Y las señales de limitación no coartan la velocidad. Aquí los conductores pueden ir a 90 o 100 en la mayor parte de este tramo que atraviesa la localidad de Teixeiro, donde el pasado sábado un joven de Ordes perdió la vida y seis personas resultaron heridas. En el lugar de este siniestro coincide uno de los cambios de rasante con un cruce de incorporaciones y salidas, en Santaia y Vilarullo. Estas características se reproducen en otras muchas zonas, ya populares entre los vecinos por los accidentes que, cuando suceden, arrastran graves consecuencias dada la velocidad permitida. En dirección hacia Sesmonde, la señal más conservadora es un rectángulo que recomienda recorrer una pronunciada curva entre 70 y 90 kilómetros por hora. Nada más.
Desde la A-6 y tras anunciar que Curtis se encuentra a 18 kilómetros, el cambio de provincia recibe al conductor con el primer cambio de rasante, que se multiplicará en el punto siguiente, el kilómetro 659. Ninguno es tan pronunciado como el tercero que escala el coche en el 660, varios cientos de metros antes de dejar el desvío a la izquierda hacia el penal de Teixeiro. El cuarto desnivel llega poco después, con una prohibición de adelantamiento de apenas cien metros. Tras el sexto cambio de rasante aparece el polígono industrial de Teixeiro, y luego otro desnivel más, casi infinito hasta entrar en el kilómetro 666. Es la desembocadura al núcleo donde espera una glorieta castigada por conductores que no se apartaron a tiempo. Tras dejar atrás la localidad, el camino hacia Curtis comienza con una larga recta con límite a 100 kilómetros por hora y señales que avisan de que allí las vacas son habituales. Asoma el kilómetro 668, el fatídico cruce donde un hombre perdió la vida el pasado sábado. La señal de Vilarullo descansa en el suelo apuntando retorcida hacia Santaia. El lugar está en el alto de un cambio de rasante, el noveno desde la A-6, y quedan otros siete por delante. Uno de ellos ondula en una curva que señala hacia Estación Curtis, y otro más en curva en el kilómetro 671. Cruce de San Roque y Xabriño, otro lugar tradicional de accidentes, y desvío al lugar de Martín. Le siguen un bucle de dos curvas y dos nuevos cambios de rasante, antes de desembocar en la glorieta de Sesmonde, otro lugar habitual de los equipos de atestados. Nos recibe la primera señal de límite a 80.
Los vecinos de Santaia habían recogido firmas hace un mes para pedir más seguridad en la vía
A mediados de febrero, varios vecinos de Santaia, en cuyo cruce se produjo el brutal accidente el pasado sábado, habían recogido firmas para pedir más medidas de seguridad en ese tramo de la N-634. En un escrito recogían que el propio Ayuntamiento de Curtis lleva solicitando esas mejoras desde el año 2003. Desde el Concello de Curtis se aludió a los reiterados contactos con el Ministerio de Fomento para que se ejecuten las medidas que podrían evitar tan alta siniestralidad. Antonio Fraga, portavoz del PP, que va a presentar la moción que se registró en febrero, sostiene que «é prioritario e necesario que se adopten as medidas comprometidas canto antes». De este modo, en la próxima sesión se acordará manifestar formalmente «y por enésima vez» la necesidad de dichas obras para el funcionamiento correcto de la carretera y evitar situaciones de peligro que se repiten a diario, «sobre todo a causa del inevitable cruce de cabezas de ganado y la circulación de vehículos». El pleno aprobará así llamar de nuevo a la puerta de la ministra de Fomento y a la Demarcación de Carreteras en Galicia, dirigida por Ángel González del Río.