«Con avispas, lo complicado es trepar de noche y con careta»

maría ballesteros CULLEREDO / LA VOZ

CULLEREDO

La técnica de trepa a los árboles más que la preparación física es clave en la labor del biólogo.
La técnica de trepa a los árboles más que la preparación física es clave en la labor del biólogo. p. rodríguez< / span>

El especialista Francisco Rodríguez colabora con Protección Civil en la retirada de los nidos de vetulina de difícil acceso

13 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El biólogo Francisco Rodríguez Trinidad vive de los árboles y, gran parte del tiempo, en ellos, una experiencia laboral que le ha llevado sin proponérselo a ser el recurso de Protección Civil para una tarea cada vez más frecuente: la retirada de nidos de avispa asiática. Aunque son los servicios municipales o los de la Xunta los que se encargan de eliminar las colonias de este insecto invasor, la preferencia de esta especie por anidar en las copas de los árboles, a veces a mucha altura, obliga a recurrir a especialistas en ascenso vertical como Francisco, que lleva 15 años dedicado a la arboricultura.

Una de sus últimas colaboraciones ha sido con el Servicio de Emergencias Municipal de Culleredo, para la retirada de un nido que estaba situado a unos veinte metros de altura y que, como se recomienda en el caso de la también llamada vespa vetulina, se realizó por la noche. «La complejidad es más o menos igual que en otros trabajos, aunque llevar la protección adecuada es más engorroso y, sobre todo, hacerlo de noche», explica Rodríguez Trinidad, que en su día a día acostumbra a hacer podas, talas y otros trabajos en altura, pero rara vez a oscuras.

Uso de insecticidas

En cualquier caso, no es trepar a ciegas con un traje de apicultor adaptado lo más complicado de la labor, sino sobre todo realizar las tareas necesarias para acabar con la colonia. «El problema mayor es la visión: tienes que hacer un agujero al nido para introducir el insecticida, una vez que consideras que han muerto las avispas, bajarlo para evitar que caiga el nido y se esparzan las larvas... Da un poco de trabajo porque llevas la careta y, aunque uses un frontal, ves de aquella manera, y si viene un poco de viento y se mueven las ramas es difícil poder acertar», relata.

El biólogo, que trabaja con un ayudante, inició esta colaboración con Protección Civil este año debido al bum de la avispa asiática, una especie que, al contrario que la avispa común o el avispón que anidan en el suelo o en huecos, fija una especie de pelota en aleros, ramas y otros puntos elevados y crea su nido. Además de en Culleredo, ha realizado buena parte de estas tareas especializadas en Cambre y Sada, donde se han registrado un número importante de casos.

Pero la avispa asiática se cruza también en el camino de este especialista cuando realiza su trabajo habitual de tratamiento y mantenimiento de árboles, donde ha podido comprobar la moderada agresividad de esta especie. «Me ha coincidido haciendo podas, estar trabajando cerca de un nido y que las avispas no ataquen», explica el biólogo, que dedica parte de su tiempo a hacer informes sobre arbolado y a tratar patologías, y también imparte cursos sobre estas materias en centros como en la escuela agroforestal de Guísamo, en Bergondo.

Próxima tarea, un eucalipto de 30 metros

Protección Civil de Culleredo contó con Francisco Rodríguez Trinidad para intervenir en la última retirada de un nido de avispa asiática en el municipio, que se realizó en Castro-Laxe, pero ya tiene prevista para él la siguiente tarea, que en esta ocasión es un poco más compleja. Si en la anterior ocasión era un árbol de casi veinte metros, la siguiente comunidad de vespa vetulina que tiene previsto eliminar el Concello cullerdense vive ajena a la amenaza a más de treinta metros de altura, en la copa de un eucalipto. Es una zona de monte cerrada que debe desbrozarse antes de iniciar las labores de retirada y destrucción del nido.

El coste de estos trabajos varía mucho según el lugar en el que se encuentran los insectos y la dificultad de acceso, como también ocurre en el resto de los trabajos de arboricultura que realiza la empresa de Rodríguez Trinidad, Artec. El abanico de precios puede oscilar entre los 150 y los 600 euros.