Las placeras y los vecinos denuncian el actual estado de abandono de este mercado y de su entorno
26 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Dinamización de los mercados municipales. Este es el lema que está utilizando el Ayuntamiento de A Coruña para reactivar las compras en las plazas, y por ende en las tiendas de los barrios.
«Pero de la intención al hecho va un trecho», dice Ángela Barral, representante de la plaza de San Agustín. Asegura esta pescantina que cada vez notan «más falta de apoyo por parte del gobierno municipal y esta forma de actuar nos aboca al cierre de los puestos»
Este déficit de apoyo lo demuestra Ángela mostrando las deficiencias del edificio que acoge los puestos de ventas. Asegura la placera que no hace mucho que retocaron algo el inmueble «pero el piso ya se está levantando. Esto es una vergüenza».
Otras compañeras de Barral, las que están en el exterior de la plaza, también denuncian «o peche dos váteres que tiñamos nas beirarrúas». La medida la comprenden. Los aseos servían para todo: «Hasta se viñan a pinchar eles. Temos atopado xiringas e era un risco para todos». Ángela va más allá: «En esos váteres se llegó a practicar la prostitución», afirmó.
Pero creen que la solución «no pasa por trancar as portas e ter que ir aos váteres do interior. Haberá que buscar outras medidas, poñer máis vixilancia, por exemplo, máis presenza policial, como había antes», dicen.
Y al mismo tiempo le piden al Ayuntamiento «que envíen a los servicios de limpieza porque la gente no puede utilizar los váteres pero mean en la puerta de los que están cerrados y esto apesta y los clientes escapan. Tenemos que ser nosotras las que hacemos las labores de limpieza», se quejan.
Además, algunos hosteleros «próximos a María Pita y que tienen como usuarios a los miembros del gobierno municipal tienen letreros que no pueden utilizar los baños sin tomar algo, y los envían a la plaza. Un descaro», contó Ángela.
Bus y plaza del Humor
Dice Barral, y otros comerciantes que tienen sus negocios fuera de la plaza de San Agustín, «que la zona está muy mal comunicada con Monte Alto. Al quitar la parada de Panaderas, ¿quién viene a comprar aquí?
Recuerdan que tuvieron varias reuniones con representantes del gobierno local y le prometieron una solución inmediata «porque llevaban este asunto en su programa electoral, pero dos años después esto está igual».
Otro de los atractivos de la zona es la plaza del Humor. Cuando viene algún trasatlántico los guías suelen llevar por allí a los cruceristas, y hasta la plaza. Pero tanto vecinos como comerciantes se echan las manos a la cabeza «al ver el estado de abandono en que se encuentra. Nos da vergüenza que los extranjeros vean cómo esta esto».
Se quejan de la falta de limpieza de este espacio de ocio. El piso de mármol blanco «está completamente negro, al igual que el muro de granito que rodea la plazuela y los destrozos en las esculturas», algunas de ellas desfiguradas por culpa del vandalismo, indicaron.