La noche de San Juan dejó las playas con cerca de 130 toneladas de basura

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

CESAR QUIAN

Este año se recogieron 50.000 kilos menos de desperdicios que en el 2016

25 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Sabido es que hay quien va a las cacharelas de San Xoán y lo deja todo limpio. Como si comiese en el salón de casa. Y hay quien va con una lata de cerveza y deja tres tiradas en la arena. Este año, hubo más de los primeros que de los segundos. Porque en el 2016 los operarios de la limpieza se llevaron a Nostián 180 toneladas de basura, cuando ayer se recogieron 136. No es para echar cohetes, como dicen las autoridades, pero es un paso.

El gobierno local hizo todo lo posible durante las últimas semanas para concienciar a sus vecinos de lo bueno que sería terminar la fiesta recogiendo los desperdicios y depositándolos en los contenedores, que había de sobra en los accesos a los arenales. Además, la amenaza de una marea extrema hacía presagiar que el mar se tragase todo lo que estuviera sobre la arena antes de la llegada de los operarios. Por eso se insistió tanto en evitar las bolsas de plástico y todo ese mobiliario que en años anteriores era utilizado como tea. Hasta se elevó a categoría de premio echar la basura en un contenedor.

A primeras horas de la mañana los operarios de la limpieza interrumpieron sueños, besos y hogueras, pero nadie protestó por ello. El comando de limpieza lo formaron medio centenar de personas. Cuatro vehículos?cisterna, otros tantos camiones de la basura, dos máquinas limpiaplayas, una excavadora y una retroexcavadora trabajaron en Orzán y Riazor. El despliegue fue menor en As Lapas, Matadero, San Amaro y Oza.

A las 16.30 horas de ayer todas las playas de A Coruña quedaban abiertas al público -tras la apertura matinal de los arenales de Oza, San Amaro y Lapas-, una vez finalizó la actividad de los servicios de limpieza en Riazor y el Orzán.

Una parte importante de la basura se recogió de los contenedores, lo que «ha reducido de forma más que notoria la cantidad de desperdicios y ha permitido adelantar su limpieza», según fuentes del servicio. Se han separado 13,2 toneladas de vidrio, de las que 2,9 han salido de las playas, frente a las tres toneladas recogidas el año pasado. «Queremos dar a noraboa á cidade. Todos o pasaron ben, coidando o que é de todos. Vemos que o traballo deu os seus froitos», dijo la edila de Medio Ambiente, María García.