El nuevo Pasaxe obligará a cambiar el enlace con Alfonso Molina y suprimirá Copigal

Eduardo Eiroa Millares
E. Eiroa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

El inicio de las obras podría solaparse con la última fase de la ampliación de Lavedra

09 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La redacción del proyecto de ampliación del puente de A Pasaxe acaba de adjudicarse, por lo que las soluciones finales de detalle, previenen desde Fomento, habrá que verlas cuando los trabajos estén rematados, es decir, dentro de un plazo máximo de 14 meses.

Con todo, el ministerio sí marca unas directrices específicas que deberá tener en cuenta la UTE que se hará cargo de los planos de una obra presupuestada en 24,5 millones de euros.

Esas indicaciones ministeriales condicionarán la reconfiguración de los accesos tanto en el lado oleirense como en el coruñés.

La ampliación se hará creando una única plataforma mediante la construcción de un puente paralelo al actual de 25 metros de anchura por el margen de la conservera. A cada lado de la estructura resultante -que sumará casi 50 metros de anchura- quedarán sendos pasos peatonales y para bicis de 6,3 metros cada uno, y en medio del puente habrá una mediana de 1,6 metros separando los cuatro carriles por sentido que sustituirán a los tres actuales. Eso supone, por ejemplo, que cambiarán las alineaciones entre el actual viaducto que desde A Coruña desemboca en A Pasaxe, y los nuevos carriles. Ahora los coches llegan hasta allí en línea recta, pero para hacer coincidir los viales tras la ampliación, habrá que tocar esa estructura elevada dirigiéndola, haciendo una leve curva, hacia los nuevos carriles de A Pasaxe. Así aparece trazado en los planos que maneja Fomento.

No se tocará el paso subterráneo hacia O Burgo, que seguirá como está. Los mayores cambios, en el acceso a A Coruña, además del viaducto, están en los carriles de incorporación hacia la Avenida da Pasaxe y la rotonda que va hacia O Burgo. Actualmente los coches que van hacia esos destinos comparten un único carril en el puente. Tras la reforma, cada uno de esos tráficos tendrá el suyo evitando trenzados. Esos coches, eso sí, pasarán mucho más cerca del restaurante La Viña, pues hacia allí crece el puente, que además ocupará parte del descampado situado hoy al lado de los pilares en la zona de la conservera Celta. La obra obligará también a cubrir un tramo de la vía férrea.

Perillo

Técnicamente, la redistribución de los enlaces es más sencilla en Oleiros. Hacia la N-VI las cosas quedan como están en cuanto al tráfico, y además se gana, justo antes del edificio en ruinas del estanco, yendo desde A Coruña, un enlace con el paseo marítimo.

El cuarto carril en ese sentido dará servicio a Oleiros. Actualmente los que van a Santa Cruz y Santa Cristina pasan el puente por la izquierda o compartiendo la vía central con los que van a la nacional. Estos últimos dejarán libre ahora esa vía.

La mayor afectación del nuevo puente será la supresión, con toda probabilidad, del edificio de Copigal, ya que hacia ahí crece A Pasaxe. La vía peatonal y ciclista de ese lado ocupará su lugar. Desde Santa Cristina hacia A Coruña serán más fáciles las incorporaciones, aunque no se eliminan los trenzados.

Desde Fomento, con todo, indican que cuando esté rematado el proyecto con las soluciones que allí se propongan, todavía se podrían presentar alegaciones que modificarán algún aspecto, por lo que no pueden asegurar que finalmente haya esa afección sobre el inmueble de Copigal. Con la plataforma creciendo por ese lado no parece que haya muchas más alternativas.

Encaje

La ampliación de A Pasaxe a ocho carriles seguirá enlazando el puente con la vía de mayor tráfico de la ciudad, Alfonso Molina. Esta última también está previsto ampliarla hasta once carriles en su punto más ancho, pero solo desde la salida de la autopista. Desde el final del puente hasta ese punto la avenida seguirá teniendo los dos carriles por sentido que tiene hoy.

Las obras de A Pasaxe, eso sí, pueden llegar a coincidir, en parte, con las de Lavedra. En ninguna de ellas están previstos cortes totales de tráfico. El proyecto de Alfonso Molina saldrá a exposición pública este mes y los trabajos podrían empezar a principios del 2018 y demorarse hasta el 2020. En el puente, el proyecto tiene 14 meses de plazo y tras él, a principios del 2019, podrían comenzar las actuaciones.