Un descuido del conductor, posible causa del atropello mortal en Elviña

Emiliano Mouzo A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

Las investigaciones apuntan a que la mujer cruzaba bien, por el paso de peatones

27 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Pilar Serrano Pereira, de 51 años, es la segunda víctima mortal por atropello en lo que va de año. La primera fue un hombre, J. A. T. V., de 73, que fue arrollado por un coche el pasado 5 de marzo en la avenida de Monelos cuando cruzaba fuera de paso de peatones.

Este segundo y trágico suceso ocurrió sobre las diez y media de la noche del jueves. Pilar salió de su trabajo en el departamento de Joyería de El Corte Inglés. Recorrió el camino de vuelta a casa hasta que llegó al paso de peatones que se encuentra en la confluencia de la avenida de Pablo Picasso con General Rubín.

Utilizó el paso de peatones que le permitía cruzar hasta su edificio, en la segunda fase de Elviña. Pero cuando lo hacía se le echó encima un autobús urbano, de la línea 21, y la arrolló. El vehículo no arrastró a Pilar, que «impactó con su cabeza contra el parabrisas», cuentan fuentes próximas a la investigación.

Pili, como la conocían sus amigas, cayó al suelo. Quedó inconsciente. Del autobús urbano bajaron tres personas y el joven conductor. «Trataron de reanimarla, pero la mujer ya no respondía a sus llamadas», dijo un testigo.

De inmediato se personaron en la zona varias patrullas del 092. Los agentes atendieron a la herida hasta la llegada del equipo médico del 061. Los sanitarios trataron de reanimar a Pilar y decidieron trasladarla de inmediato al Chuac. Pero ya no se pudo hacer nada por ella. Pilar deja dos hijos, una joven de unos veinte años, que está estudiando en Sevilla, y un pequeño de 13.

Una zona bien iluminada

El equipo de Atestados del 092 investiga ahora las causas del accidente. Sin embargo, todo apunta a que la víctima cruzaba «por el paso de peatones», según indicaron las mismas fuentes.

Descartan además «el exceso de velocidad del autobús. De hecho, la mujer cayó casi frente al vehículo», y no ponen en duda «la adecuada señalización ni la visibilidad en la zona, bien iluminada», explicaron. Los técnicos tratan de determinar la responsabilidad del conductor.

«El chófer de nuestro autobús bajó para consolar a su compañero», explica un testigo

José López, un conocido pescadero de la ciudad, venía con su mujer, Belén, en al autobús 12A «o bus que me trae a Os Mallos», explica. Cuando el vehículo llegó al lugar del accidente, los ocupantes pudieron saber que el autobús que les precedía había atropellado a una persona. Entonces el conductor pidió amablemente a los pasajeros «se lle permitiamos saír un intre para atender á muller que estaba tirada na carreteira», contó el testigo.

José describe el regreso del chófer, poco después. Cabizbajo, pidió a todos unos minutos de paciencia: «Voy a consolar a mi compañero», les dijo. Más tarde, «o chofer continuou co percorrido e levounos ás nosas paradas», indicó.