«El perfil es una mujer de entre 45 y 60 años que atiende a sus padres»

Cuando Juan Bonome, psicólogo de la Asociación de Enfermos de Alzhéimer de A Coruña (Afaco), empezó a trabajar en el 2003 en la atención de cuidadores, solo demandaban ayuda unas veinte o treinta personas al año. «Ahora se han multiplicado por cuatro o cinco. En A Coruña y los concellos cercanos atendimos en el 2016 a unas 166 personas», dice. Su experiencia le vale para establecer un perfil de cuidador: «Suele ser una mujer de entre 45 y 60 años que atiende a sus padres. Luego hay algún varón más mayor, de entre 75 y 77 años, que cuida a su esposa».

-¿Qué tipo de ayuda demandan?

-Hacemos atención individualizada y grupal. En el primer caso, la mayor parte quiere saber qué labor tiene que realizar para atender a su familiar. También está el que llega con depresión provocada por la fatiga que acarrea la labor de cuidador. En el caso de los hombres más mayores, una causa de estrés es no saber desenvolverse en tareas domésticas. Hay que tener en cuenta que son personas nacidas en los años cuarenta o treinta.

-Hay cuidadores que abandonaron el trabajo y no saben qué hacer cuando el enfermo muere.

-El hecho de convertirse en cuidador a tiempo completo resulta incapacitante. Hay personas que no lo llevan bien, porque no tienen trabajo. Hay que buscar nuevos horizontes vitales para no caer en el alcohol u otras sustancias.

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