La Marea saca las cuentas con ajustes mínimos

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Paco Rodríguez

El presupuesto de este año es el más bajo desde el 2012. La oposición planteó retoques de 11 millones que se quedaron en 7,3. Ferreiro tiene vía libre para elegir los cambios. El gobierno local negoció con el PSOE

29 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Por segundo año consecutivo, A Coruña tendrá sus presupuestos aprobados de forma definitiva en mayo, cinco meses después del 1 de enero marcado por la ley. El proceso para aprobar las cuentas en el 2016, además de tardío, fue de una dureza y complicación sin precedentes en los últimos 35 años, desde que Francisco Vázquez ganó su primera mayoría absoluta. El retraso provocó un bajón de la inversión municipal también sin precedentes en el último lustro, y al final del año el Ayuntamiento atesoraba 62 millones de euros en sus arcas que no había sido capaz de invertir.

Pese a las promesas del gobierno local de que ese escenario no se repetiría, el escenario en el 2017 es muy similar al de hace 12 meses. Ayer se encontró una salida en la Comisión de Facenda para aprobar las cuentas de forma definitiva. Ese trámite se completará en las dos próximas semanas. La ciudad solo habrá ganado unos días con respecto al 2016, cuando recibieron el plácet definitivo del pleno el 23 de mayo.

¿Qué ocurrió ayer? En primer lugar, el gobierno local asumió que la postura que adoptó en la comisión del lunes era insostenible. El ejecutivo, representado por la titular de Facenda, Eugenia Vieito, defendió ese día que la comisión no analizase todas las alegaciones, sino la propuesta presentada por ellos, que solo aceptaba una reclamación del PSOE para destinar 1,63 millones más a subvencionar el bonobús.

La oposición se plantó y exigió, con respaldo de los técnicos municipales, que se analizasen y votasen las alegaciones una por una, y que los resultados se incluyesen en un dictamen final.

Eugenia Vieito se mantuvo firme. La portavoz del PP, Rosa Gallego, advirtió que les llevaría a los tribunales si quitaban competencias al pleno, y la titular de Facenda levantó la reunión.

Ayer no se repitió ese escenario. El gobierno municipal asumió que debía aplicarse ese método y que la oposición lograría hacer más cambios en los presupuestos.

Al final, además de los 1,6 millones para el bus, se aprobaron otras dos alegaciones. La de mayor calado, del PP, retira de las cuentas cuatro millones de euros de ingresos procedentes de dividendos de Emalcsa, ya que el consejo de administración de la empresa pública no ha aprobado esa transferencia y el gobierno local no tiene mayoría suficiente para darle el visto bueno.

La otra alegación, del PSOE, retira 1,65 millones de los ingresos por impuestos, que según los socialistas y parte de los técnicos municipales eran excesivos.

En conjunto, el gobierno local ve cómo cambian de finalidad 7,3 millones de euros, aunque los daños podían ser mayores, ya que la oposición pretendía retocar partidas que sumaban 11 millones.

Sin embargo, esos 7,3 millones se pueden considerar un cambio mínimo, ya que el gobierno local podrá elegir cómo administra la reducción de fondos, y además el año pasado dejó sin gastar 62 millones, una cifra que casi multiplica por nueve los retoques.

La moderación en el recorte se debe en parte a las discretas reuniones que esta semana mantuvieron el portavoz socialista, José Manuel García, y el alcalde, Xulio Ferreiro. Pese a todo, la titular de Facenda, Eugenia Vieito, insistió en que las cuentas «non son as desexadas» por el gobierno.

La salida alcanzada ayer deja múltiples interrogantes en el aíre. Quedan por incluir las aportaciones del BNG, que ayer advirtió que votará contra las cuentas si el gobierno no da garantías; siguen sin corregir los recortes de los convenios con entidades sociales, culturales y deportivas, y sigue en el aire la gestión de las bibliotecas municipales.