Los vecinos de Eirís: «¿Ides dar marcha atrás ou manifestámonos?»

La Voz A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Eduardo Pérez

Rechazo frontal al proyecto Micasita sobre el que decidirá el gobierno en una semana

26 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Eirís no quiere Micasita. Y a partir de ahí podemos hablar. Ese fue el planteamiento de la multitudinaria reunión de los vecinos del barrio con la concejala de Xustiza Social, Silvia Cameán, y el edil de Rexeneración Urbana, Xiao Varela. El encuentro iba a tener lugar en el centro cívico, pero en el momento de comenzar había tanta gente fuera como dentro, abarrotando el local. Los primeros momentos de tensión se vivieron precisamente en el salón de actos, donde estaba, con los dos ediles, el director del proyecto, Diego Utrera.

Después de varios minutos de desconcierto y del intento fallido de trasladar la reunión a la pérgola del parque, la rapidez del encargado de sonido del centro para instalar micrófonos y altavoces delante del centro cívico hizo que los asistentes se fueran concentrando en dicho lugar. Durante este tiempo, los responsables municipales intentaban transmitir una y otra vez que su intención era escuchar a los vecinos. No siempre eran entendidos: «E logo non tedes claro que non queremos iso», rosmaba una mujer. Otra insistía en que no tenía nada que escuchar.

La masiva asistencia hizo que los vecinos ocuparan la calle, que más tarde sería cortada por agentes de la Policía Local mientras duró el encuentro.

Finalmente comenzaron las intervenciones, siendo el primero Manuel Vilaboy, expresidente de la asociación de vecinos, que evocó cómo se había construido el parque y cómo «moitos veciños non quedaron ben» a pesar de las promesas hechas en su momento. También aludió a una serie de espacios en la ciudad que están disponibles y mencionó a la Fundación Arres de Barcelona, que ha realojado a más de 1.600 indigentes «na Zona Franca, non nun barrio».

Tras la petición de un vecino de que Micasita se instalara en Bens, Xiao Varela explicó que no están permitidas nuevas construcciones «porque está na zona de risco da Refinería».

La portavoz de los comerciantes de Monelos y el Castrillón explicaba que estos dos barrios también estaban en contra del proyecto, «apoyando a Eirís», mientras que la afirmación de Silvia Cameán de que el Ayuntamiento era mediador fue rebatido por una mujer: «No puede decir que una entidad pública es mediadora, pregunte a sus servicios jurídicos». Y también dijo: «Yo os voté a vosotros, pero hay que madurar un poco».

Entre el público un asistente preguntaba: «Pero, ¿ides recuar ou manifestámonos?». Finalmente, los ediles se comprometieron a dar una respuesta a los vecinos para la próxima semana y estos anunciaron que si no se retira el proyecto «seguiremos ata o final», argumentó Manuel Vilaboy en una de las últimas intervenciones, ya cuando empezaba a anochecer.

«Se poñedes iso aí eu axúdovos a facelo», apuntó un vecino, Fernando Mosquera, en su intervención, aludiendo a Micasita. Lo hacía con una buena carga de retranca y a continuación preguntó a los dos ediles se «¿vides tamén poñer o centro do alzhéimer, o de Aspronaga e a residencia da terceira idade?; aquí hai máis xente maior que de esa que vai vir». No fue la única reivindicación que hicieron los vecinos que intervinieron en la reunión y así dos o tres aludieron a que el barrio solo cuenta con un servicio de autobús, a pesar de que habían pedido la ampliación de otra línea para conectar con el Chuac. Aquí tampoco faltó la ironía al apuntar que los 20 usuarios de Micasita iban a tener un bus «y todo el barrio tiene otro».