El abandono devuelve a sus orígenes al barrio de los Mallos

eMILIANO mOUZO A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

C. Quian

Los vecinos protestan por la permisividad con la doble fila, contra la suciedad y el mal estado de calles, aceras y parques

22 abr 2017 . Actualizado a las 18:38 h.

Los Mallos «surgió en los años cincuenta del siglo pasado y creció apelotonado y sin zonas verdes y dotaciones», dice José Salgado Sánchez, el presidente de la asociación de comerciantes Distrito Mallos. Recuerda que los servicios, como el centro de salud, «hubo que colocarlos en pisos». El barrio fue mejorando en muchos aspectos a medida que fueron pasando los años, «pero ahora creemos que está retrocediendo a sus inicios», indicaron desde la asociación vecinal.

Los vecinos no comprenden cómo un distrito por el que pasa una de las arterias más importantes de la ciudad, la ronda de Outeiro, que permite el acceso al centro urbano, por la avenida de Arteixo, «se encuentra en total abandono», señalan desde la asociación vecinal.

Doble fila permanente en Capitán Juan Varela
Doble fila permanente en Capitán Juan Varela CESAR QUIAN

La llegada a una ciudad «tiene que ser fácil, limpia de obstáculos, y eso no ocurre cuando se entra en A Coruña por los Mallos. La doble fila convierte nuestro barrio en un suburbio, en un extramuros tercermundista que da la bienvenida a aquellos que nos visitan». Esta mala práctica de aparcamiento «dificulta seriamente la circulación por la zona y resta operatividad al comercio, al transporte público...», subrayan desde la asociación vecinal.

Estado del firme en la calle peatonal Ángel Senra
Estado del firme en la calle peatonal Ángel Senra CESAR QUIAN

Difícil de entender es el estado en que se encuentran las calles del barrio: «Descuidadas, mugrientas, un abandono que hasta llega a la peatonal, a Ángel Senra», dice María Luz Santos, una vecina de la calle San Vicente. Las aceras «están intransitables, con las losetas levantadas, un riesgo para un vecindario con una población muy envejecida», manifestó Luis de Andrés, otro residente.

La suciedad no solamente afecta a los viales del barrio, «se acumula un día sí y otro también alrededor de los contenedores», dijo De Andrés. Quizás sea porque los vecinos «seamos un poco incivilizados, pero lo que sí es cierto es que la recogida de la basura en nuestro barrio es muy deficitaria», subrayó.

Un basurero incontrolado en Vioño
Un basurero incontrolado en Vioño CESAR QUIAN

Padre Rubinos, «con cráteres»

La plaza Padre Rubinos es una plaza partida en dos por la ronda de Outeiro. En una zona se encuentra el área de juegos infantiles y la otra se convirtió en punto de encuentro y de conversación para los mayores, «que tienen que sortear auténticos cráteres lunares para mantenerse en pie», dicen desde la asociación de vecinos.

Un vecino sorteando obstáculos en la plaza José Rubinos
Un vecino sorteando obstáculos en la plaza José Rubinos CESAR QUIAN

Los residentes en la plaza de la iglesia de San Benito ya no saben a quién recurrir «para que nos poden las ramas de los enormes árboles que martillean nuestras ventanas e impiden nuestro descanso», asegura un patrón de pesca que vive en uno de los pisos afectados.

Un área de tierra, en los aledaños del pabellón de deportes de la Sagrada Familia, se convirtió en un aparcamiento cuyo acceso se realiza por un paso de cebra.