Los padres de Moussa piden ayuda para enterrar a su hijo en Senegal

Emiliano Mouzo A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Mila Méndez / Álex López-Benito

Aseguran que su ilusión era que estudiara en España «para tener una mejor vida»

12 abr 2017 . Actualizado a las 12:50 h.

Un mínimo de 6.000 euros. Esa es la cantidad que necesitan los padres de Moussa Cissé, el joven senegalés de 17 años que murió ahogado el lunes en la playa del Orzán, para enterrar a su hijo en Kaffrine, en Senegal. Han abierto una cuenta en Abanca, con número 51 2080 3105 9630 4003 4248, para quien desee colaborar. 

Sus recursos económicos son muy escasos, dependen únicamente del salario que el padre, Moth Cissé, recibe como marinero en un barco del arrastre coruñés, el Virgen Segunda.

Los padres -Moth, de 40 años, y su esposa, Aisatu, de 33- estaban este martes abatidos en el piso que tienen alquilado en la calle Entrepeñas. Eso sí, rodeados de amigos también senegaleses. La mujer, completamente sedada, estaba ausente. Al hombre le quedaban escasas fuerzas para hablar después de que al mediodía le permitieran ver a su hijo en los túmulos del Chuac.

Moth fue el que se atrevió a pedir ayuda. «La mezquita nos va a dar algo y creemos que el colegio también, pero no llega», dijo con lágrimas en los ojos.

Traslado del cuerpo a Ferrol

Su cara se vuelve más triste al recordar que este miércoles le entregan a su hijo: «Lo tienen que llevar a Ferrol. En el hospital de A Coruña necesitan la nevera donde guardan el cuerpo», manifestó.

Mira el tendedero y ve la camiseta del Deportivo Cristal, club al que pertenecía Moussa y que llevaba ayer cuando ocurrió la tragedia. «¿Cómo pudo pasar?», se pregunta sollozando.

«Llevo cuatro años en A Coruña y hace tan solo nueve meses que les hice venir, a él y a su madre», se lamenta. Pero justifica su decisión en que su intención «era que el pequeño pudiese estudiar y tener una mejor vida». De hecho, la joven víctima les decía a sus padres que quería ser «algo más que marinero, como su padre, por lo menos deseaba aprender un oficio».

Mientras, los compañeros de instituto de Moussa le rindieron un emotivo homenaje este martes por la tarde en la coraza del Orzán. Depositaron flores, encendieron velas y guardaron un minuto de silencio. El instituto también realizará un acto similar en los próximos días.

Olas asesinas en el mar de la playa del Orzán

La playa del Orzán es uno de los atractivos de A Coruña. Pero su belleza contrasta con lo peligrosa que se convierte «con que solamente el mar esté un poco picado», explicaron varios expertos.

Y es que a la fuerte resaca que llega a la costa, «aun con buen mar», se le une la morfología de la playa: «En algunas zonas tiene importantes desniveles, escalones que oculta la marea y que hacen caer al vacío, al fondo, a los que desconocen esta playa. Algo similar le tuvo que ocurrir al joven que ayer [por el lunes] murió ahogado a escasos metros de la orilla», recuerda Sergio C., un buceador deportivo que frecuenta la zona.

Y es que en la ensenada se crean dos corrientes separadas por la coraza que divide la playa y que giran en sentido contrario. «Lo hacen de tal forma que excavan el arenal del Orzán y arrastran a los náufragos hacia el interior de la ensenada y dificultan mucho el regreso a tierra».

De hecho, desde el 2006 ya se contabilizan siete víctimas mortales: el estudiante Tomas Velicky y los tres policías nacionales que se tiraron a rescatarlo, un inmigrante argelino tras pasar la noche de San Juan en la playa y una madrileña que fue arrastrada por el oleaje. El mar del Orzán se cobró la última víctima el pasado lunes: Moussa, de 17 años. El verano pasado también se saldó con dos ahogados en Riazor.