Los coruñeses pagarán dos veces por los trabajos de ampliación de Alfonso Molina

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

E. Mouzo

Fomento sufragará la obra porque los retrasos del proyecto impidieron concretar el convenio con Audasa. Aún así los conductores sufrirán la subida de peajes para financiar esa mejora y las de Vigo y Santiago

07 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El Ministerio de Fomento asumirá directamente la ampliación de Alfonso Molina, en la que prevé invertir 12,5 millones de euros hasta el año 2021, según el proyecto de Presupuestos Generales del Estado presentado el martes.

Estaba previsto que la inversión corriese a cargo de Audasa, la empresa gestora de la autopista AP-9, que sufragaría los trabajos mediante un incremento de los peajes con el que en principio solo se iban a pagar la ampliación del puente de Rande en Vigo y los accesos a Santiago. Pero ya no será así, el ministerio abordará directamente las obras, que considera «estratégicas» para la ciudad y para Galicia, y la subida de peajes se aplicará igualmente para abordar las mejoras en la ciudad olívica y la capital gallega. Los coruñeses pagarán así dos veces, a través de los impuestos con los que se financia el ministerio y en las cabinas de peaje.

El origen de lo ocurrido hay que situarlo en el 2011, cuando el entonces ministro de Fomento, José Blanco, llegó a un acuerdo para que Audasa ejecutase las demandadas mejoras de Rande y los accesos de Santiago a cambio de un incremento del 1,5 % en los peajes durante veinte años.

Aquel pacto no incluía mejoras en A Coruña, a pesar de que los conductores de la zona sí sufrirían la subida de las tarifas, que se aplicaría en toda la vía. El grupo municipal del PP, entonces bajo el mando de Carlos Negreira, presentó un recurso ante la Audiencia Nacional por considerar que la operación era injusta con los vecinos de la zona de A Coruña y Ferrol, donde tampoco estaba prevista mejora alguna.

Incluso cuando el PP ganó las elecciones y Ana Pastor asumió la cartera de Fomento, los populares de A Coruña mantuvieron la acción judicial, que podría haber supuesto un obstáculo para que Audasa obtuviese los créditos bancarios para los trabajos.

El acuerdo para Lavedra

Para desbloquear la situación, en diciembre del 2012, Pastor y Audasa firmaron un protocolo que preveía la firma de un convenio, en el que se recogería que la compañía pagaría las citadas obras de ampliación de Alfonso Molina, la construcción del Vial 18 -que unirá la AP-9 y la tercera ronda- y otras conexiones de la autopista en las inmediaciones de Santiago y Pontevedra. En conjunto, la inversión total rondaría los 400 millones de euros.

Pero el convenio no llegó a desarrollarse en el plazo previsto, ya que al no haber proyecto tampoco se puede calcular el coste definitivo, por lo que será el Ministerio de Fomento el que asuma directamente las obras con sus fondos. De hecho, en el proyecto de presupuestos la obra aparece recogida dentro de las inversiones propias del ministerio, mientras que Rande y los accesos de Santiago están citadas como inversiones extrapresupuestarias, ya que el dinero procede de Audasa. Pese a las dificultades, en el caso de Alfonso Molina, fuentes del ministerio han subrayado que consideran la ampliación una «actuación estratégica» por lo que «el Estado garantiza su ejecución».

Los primeros retrasos se produjeron a finales del mandato anterior. En junio del 2014, Fomento anunció la licitación de la obra por 7,6 millones de euros, pero los trabajos no arrancaron y tras las elecciones municipales del 2015 se entró en situación de parálisis porque el nuevo gobierno local rechazó el proyecto de Fomento. Ese rechazo fue compartido por el BNG, que se opone a la subida de peajes, y por el PSOE, que cambió su posición histórica favorable a la ampliación de la avenida a cuatro carriles, que habían promovido durante décadas, para sumarse al no al proyecto.

En noviembre del 2015, Marea, PSOE y BNG aprobaron una moción presentada por los socialistas en la que instaban a Fomento a retirar su planificación y negociar un nuevo proyecto con el gobierno local. El PP votó en contra y advirtió que se perderían los fondos de Audasa. Las obras de mejora comenzaron en Rande y los alrededores de Santiago. El gobierno local no alcanzó un acuerdo con Fomento hasta primeros de este año. El proyecto definitivo se presentará esta primavera, pero mantendrá las principales características del diseño original de Fomento y la ampliación a cuatro carriles, con la que el PSOE, según defendió la concejala Yoya Neira en el último pleno municipal, no está dispuesto «a tragar», como echó en cara al concejal de Urbanismo, Xiao Varela, en esa sesión.