Las cámaras grabaron la caída mortal del actor de «Serramoura» en A Coruña

La Voz A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Los últimos pasos de Mateo González
La Voz

Mateo González se golpeó al precipitarse contra el pantalán de la dársena

03 abr 2017 . Actualizado a las 08:05 h.

Las cámaras del Náutico de A Coruña recogieron en la madrugada del pasado jueves 30 la caída mortal de Mateo González, que murió ahogado en la dársena tras golpearse con el cantil. Su cuerpo se recuperó poco antes de las siete de la tarde del viernes pasado casi en el mismo punto en el que el joven actor, que doce días antes había celebrado su 35 cumpleaños, se había precipitado.

Las pesquisas policiales y las grabaciones recogidas en la investigación han permitido a los agentes reconstruir las últimas horas del actor eumés, que en la noche del miércoles 29 asistió a la gala de los Premios María Casares, en el Teatro Rosalía de Castro, y después se sumó a una fiesta junto con otros compañeros en el cercano local Pañol, situado en el propio Náutico de A Coruña.

En contra de lo que trascendió inicialmente, Mateo González había dejado estacionado su coche en el paseo marítimo, en la zona de Os Pelamios, junto a la Escuela de Arte y Superior de Diseño Pablo Picasso, y no en el subterráneo del cercano centro de ocio Palexco.

En un momento dado, y alrededor de las cinco de la madrugada, el grupo decidió salir del Náutico para ir hacia la zona de la calle San Juan, relativamente cercana a donde había aparcado su coche, pero cuando estaban a la altura de la plaza de María Pita, Mateo se dio cuenta de que se había dejado olvidada la chaqueta en el local de la fiesta. Volvió sobre sus pasos, solo, y emplazó a los amigos a que continuasen para encontrarse luego. Pero ya no fue posible.

Rastros

Las cámaras situadas en la fachada del Náutico recogen los movimientos del joven actor de Serramoura para tratar de recuperar su chaqueta y, según fuentes cercanas, su visionado permite ver cómo, ante la entrada, realiza una llamada con su móvil. En un momento dado, Mateo González se acerca a una garita situada en el exterior, pegada al cantil, se para, y cae hacia delante, precipitándose hacia el mar. En ese momento, desaparece del ángulo de visión de las cámaras.

Fuentes próximas a la investigación confirmaron que en la caída el joven se golpeó contra el pantalán, lo que explicaría que no fuese capaz de agarrarse para salir a flote y falleciese ahogado. Los investigadores hallaron rastros del impacto y la autopsia descartó cualquier signo de criminalidad o violencia.

La alarma de que algo podría haberle sucedido saltó ya a la mañana siguiente, al parecer porque su novia no tenía noticias de él, no estaba en ninguna de las viviendas de los amigos de A Coruña que le habían ofrecido pernoctar en la ciudad, ni tampoco acudió a comer a casa de sus padres. Familiares directos se desplazaron incluso hasta la Marina coruñesa y recorrieron la zona de la Dársena en busca de alguna pista cuando el cuerpo del joven permanecía todavía bajo el agua. Fue recuperado poco después por los submarinistas de la Guardia Civil, que lo encontraron bajo el mismo pantalán contra el que se golpeó.

La muerte del actor Mateo González, la segunda en menos de un mes en la zona, causó gran conmoción en A Coruña, Pontedeume, localidad natal del actor, y en la comarca ferrolana, donde mantenía lazos familiares, de amistad y profesionales.

Ayuntamiento y Puerto analizan hoy soluciones ante la segunda muerte en un mes

Ayuntamiento de A Coruña y Puerto mantendrán este lunes un encuentro para analizar posibles medidas que eviten nuevas desgracias. Con el fallecimiento de Mateo González, el borde marítimo de la dársena se ha convertido en trágico escenario de dos muertes en apenas un mes. El pasado 7 de marzo se recuperó, en un punto próximo a donde apareció el cuerpo del actor, el cadáver del joven de 27 años Manuel Rodríguez, vecino de Mesía que había desaparecido cuatro días antes tras salir de uno de los cercanos locales nocturnos.

Entonces, ya se abrió el debate sobre la oportunidad de proteger una zona que, si bien históricamente no planteó problemas, se ha revelado como un punto de riesgo. Las obras de la nueva Marina, con la creación de una gran explanada peatonal, y las dinámicas de ocio nocturno en la zona han incrementado notablemente el tránsito de personas en un entorno al borde del mar y sin vallar. Al debate se sumó la polémica política entre Puerto y Ayuntamiento sobre a quién compete dar soluciones, ya que si bien se trata de terrenos portuarios, la urbanización es municipal. El gobierno local llegó a decir que no actuaría mientras no se le cedieran los terrenos ante el primer fatídico suceso, que se creía puntual, y solo se apuntó la posibilidad de instalar «medidas brandas». El sábado, con el cuerpo de Mateo González velándose, el propio alcalde, Xulio Ferreiro, abogó por revisar lo ocurrido «porque dúas veces nun mesmo mes, algo quererá dicir».