El plato combinado se queda sin número

Cándida Andaluz, Noelia Silvosa, María Garrido y Tania Taboada

A CORUÑA CIUDAD

Santi M. Amil

UN VARIADITO Siempre apetece, sobre todo si eres de picotear. Aunque el clásico no pierde fuelle, vamos de ruta por las nuevas propuestas. ¿Con carnaza, internacional o vegano? Tú eliges, nosotros servimos.

25 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Ponme un número cuatro», decíamos con modernidad en los 80. Cuatro décadas después las croquetas con filetes, calamares y ensaladilla siguen vigentes, pero la cosa ha derivado en combinados mucho más variados, valga la redundancia. Desde el más cargadito y salsero hasta el vegetal pasando por el alemán, las opciones son infinitas. Y nosotros nos hemos lanzado a reivindicar un clásico que ha perdido su número pero que ahora lleva nombre y apellidos en las cartas de los restaurantes. Allá que nos vamos. 

UN PLATO FUERTE

Empezamos con uno de esos platos que no se deben comer todos los días, pero que cuando lo haces sabes que proteínas no te van a faltar. Se trata de la salchicriochoripapa. Un plato combinado con nombre de canción del verano que explica perfectamente lo que te vas a encontrar una vez llegue a la mesa. Salchicha, criollo, chorizo y patatas conforman este plato que se puede degustar en el Caffé Arábica de la capital ourensana. Y, aunque pueda parecer que no está indicada para cualquier estómago, desde el establecimiento subrayan que lo prueban personas de todas las edades. Es el top ten de los especiales, en los que también puedes encontrar las zorzipapas, chiripapas o la salchizorza. Y siempre, gratis, lo puedes acompañar con alioli canario, salsa brava, barbacoa, rosa o kétchup, para aligerar el trago. Es el resultado de la obligatoriedad que se exige el establecimiento de cambiar su carta con asiduidad, añadiendo cosas diferentes que animen a los comensales a disfrutar.

En el Caffé Arábica también se pueden encontrar los combinados de toda la vida, en los que no falta el huevo, el pollo o la ensaladilla, pero los más aguerridos prefieren salir del local con la impresión de haberlo dado todo. «Tenemos que ir variando y cambiando la carta con cosas nuevas. Aunque parezca que es un plato con demasiada carne, a la gente le encanta. De los especiales es de los más demandados», afirma la responsable de preparar e inventar los platos. Lo mejor es que casi siempre es para compartir. Un combinado se disfruta mejor si es en compañía y, en este caso, casi se precisa una ayuda con el tenedor. Y, por si alguien prefiere una carne a la otra, en el plato se sirve sobre las patatas y separados los ingredientes. Incluso hay quien lo pide de merienda para sobrellevar con fuerza la tarde.

GONZALO BARRAL

LA OPCIÓN VEGANA

Después de una ración fuerte de carne, toca pasarse al otro lado. Si buscamos un combinado vegano lo encontrarás en el Bio Bania de A Coruña. Que el plato combinado no es solo cosa de fritos, faltaría más. Los Escalopes Monte Pedroso son uno de sus clásicos: «Es un plato que lleva veinte años de forma ininterrumpida en la carta», afirma Mario, el dueño del que fue el primer restaurante vegano y vegetariano de la ciudad cuando abrió sus puertas en el 97 tras cerrar O Arco da Vella, otro clásico vegetal. ¿El secreto? Esta creación que combina filetes de tofu ahumado a la plancha, remolacha, zanahoria y tallarines frescos con aliño de cebollino, tomate, aceite y caramelo. Ellos siempre apostaron por mezclar: «Nuestros platos son variados y jugamos mucho con los vegetales. Ya desde el principio estuvimos muy pendientes de los problemas con las intolerancias y las alergias. De hecho, trabajamos siempre con salvias y harinas neutras para cocinar platos aptos para celíacos e intolerantes al gluten».

El objetivo es dar siempre una alternativa. «Queremos que cualquier persona que venga tenga una opción y nadie se vaya sin comer. Si por un casual no hay plato vegano en el menú del día, lo hacemos. No hay ningún problema», señala Mario, que apuesta siempre por alimentos alternativos y juega a poner a los platos nombres ambientados en lugares y leyendas gallegos. Este plato nos lleva a Monte Pedroso, así que sigamos nuestra ruta por Santiago.

XOAN A. SOLER

LA COMBINACIÓN ALEMANA

El bar Latino es uno de los clásicos que resisten en el Ensanche compostelano desde hace treinta años. Lo de los bocadillos y platos combinados le viene de lejos, pero el toque de diferenciación llegó en 1998, tras una gran reforma que le llevó a convertirse en una cervecería con referencias internacionales. Fue la oportunidad para sumar a la carta los platos de cocina alemana: salchichas blancas y de ternera, lomo y chuletas de Sajonia, codillo alsaciano acompañado por chucrut, col de lombarda... toda una selección de productos germánicos y un reto en el que Pepe, su propietario, no se hubiera metido de no haber entrado por la puerta Bernhard Kölmel. Este alemán afincado en Galicia distribuye semanalmente desde A Lanzada (Sanxenxo) productos de su tierra por toda la comunidad con materia prima gallega. En el caso del Latino, la salchicha especial de la casa, de 400 gramos, acompañada con ensalada de patatas, compite en la carta con propuestas más ordinarias como puede ser la clásica milanesa con patatas fritas y huevo. Esta apuesta tiene sus devotos locales y está testada por decenas de visitantes europeos con morriña de sus salchichas que le han dado el visto bueno a los combinados del Latino. Los sabores son diferentes y los productos, aunque sencillos, tienen poco que ver con los que ofrecen los supermercados. Y los precios son de lo más competitivos: van desde los seis euros de un surtido de salchichas a elegir, hasta los diez que cuesta un codillo al horno con col de lombarda y chucrut.

ALBERTO LÓPEZ

COMBINADO DEL ESTUDIANTE

Se encuentra en plena capital lucense, en la Ronda das Mercedes, a la altura del número 43, y está pegando fuerte en lo que se refiere a platos combinados. Hablamos del Argallo, una cafetería-cervecería renovada hace dos meses y que actualmente regenta Manuel Janeiro. «Tenemos una carta con ocho tipos de platos combinados e intentamos elaborarlos de la forma más contundente posible para que el cliente no se vaya con hambre», indica Manuel Janeiro, quien eligió el denominado «combinado del estudiante» para mostrarnos su buen hacer...

Este plato, que cuesta 6,50 euros y que incluye pan y bebida, cuenta con cinco ingredientes. «Lleva ensaladilla, raxo, pechuga de pollo, croquetas caseras y patatas fritas. Tiene mucha salida y, aunque se denomine del estudiante, lo servimos por el mismo precio para todos los clientes», apunta Manuel. Eso sí, antes de que salgamos por la puerta nos invita a degustarlo a cualquier hora. «Abrimos de lunes a domingo en horario de siete de la mañana a doce de la noche». Que los lectores de YES no digan que no somos capaces de abrirles el apetito.