Los actores del grupo teatral aseguran que periodistas y lectores «estamos maltratando este oficio imprescindible para la democracia»
19 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Hay un viejo periodista, un gastador de suelas que patea las calles, un perdedor de tiempos en busca de un dato más, un orfebre de la información que lucha contra los devoradores de noticias anémicas. Es Martín, uno de los protagonistas de Zenit. La realidad a su medida, la obra de teatro que el grupo Els Joglars representa hoy en el Teatro Colón, a las 20.30 horas. «En esta ocasión, centramos nuestra mirada en los medios de comunicación. Algo que empezó con una pluma o un cincel, con el paso del tiempo se ha convertido en una máquina voraz e inerrable de éxito y de poder que bajo el imperio de las nuevas tecnologías ha multiplicado su producción», destacan desde el grupo.
Con Zenit «pretendemos, a través de la sátira, reflexionar sobre la responsabilidad, tanto de los medios como de quien los consume, de la deriva que ha tomado cierto periodismo».
Asociación de la Prensa
«De alguna forma lo que hacemos es reivindicar este oficio imprescindible para la democracia y que lo estamos maltratando los periodistas y los lectores», apuntaba ayer Dolors Runeu, durante un encuentro con periodistas en el que participaron cuatro de los protagonistas de esta obra teatral que el grupo estrenó el pasado mes de octubre. Juan Pablo Mazorra, otro de los actores, recién llegado de México, apuntaba detalles sobre la situación de los medios en su país, «donde al presidente lo pone la televisión» y que es, recordaba Manuel González, presidente de la Asociación de la Prensa de A Coruña, de los más peligrosos del mundo para la profesión.
Ramón Fontserè aludió a la llamada «pena del telediario, que es más difícil borrarla que darte de baja en una compañía telefónica». También señaló a la objetividad como algo posible y avanzó que el final de esta obra teatral «no es esperanzado, es un final pesimista». Pilar Sáenz, otra de las actrices, dijo, aludiendo al periodismo de investigación y de comprobación de datos, que en su papel en la obra recoge precisamente uno de los argumentos habituales: «Eso es muy caro».
Los actores también alertaron, tal y como muestran en la obra teatral, de la «vagancia» de los periodistas para comprobar las noticias y de los lectores para contrastar lo que leen.