Indignación por el plan municipal de adecentar puentes para los indigentes

R. García / E. Eiroa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

«Es increíble pensar que esto sea una solución», dicen desde Sor Eusebia

10 feb 2017 . Actualizado a las 11:28 h.

«Cabreado. Estupefacto. Sorprendido y, por usar un término que usa mucho nuestro gobierno municipal, indignado». Así decía sentirse ayer Diego Utrera, director del hogar Sor Eusebia, ante la posibilidad de que los puentes de la avenida de Alfonso Molina sean adecentados para los indigentes, según recoge el documento de reforma de la avenida que propone el Ayuntamiento.

Para Utrera «es increíble que pueda pensarse que esto sea una solución», puesto que, indica, por mucho que se acondicionen los viaductos, «ahí sigue haciendo frío, no hay puertas para guardar sus cosas, tienen que hacer sus necesidades en el suelo... No responde, para nada, a sus necesidades». En la misma línea dice: «Vivir debajo de un puente no es humano, ni digno, ni se le puede pasar por la cabeza a una persona que se vista por los pies».

Atrapados en la burocracia

El director de Sor Eusebia sostiene que sería «un escándalo social que la gente viva allí», y recuerda que desde esta institución han ofertado el proyecto Micasita, un plan para dar cobijo a personas sin hogar y que rechazan acudir a albergues. «Es un proyecto con todas las garantías, que además ha sido aceptado por la concejalía de Xustiza Social y la propia concejala, Silvia Cameán, habló con nosotros y nos dijo que estaba correcto y que le pasaba la tramitación a Urbanismo».

«Tenemos un proyecto creíble -insiste-, bien estructurado, que responde a todas las garantías, porque nos pidieron que no fuera un gueto y no lo es, sino el inicio de un proceso de dignificación de las personas que están en la calle». Todo ello está en marcha pero «llevamos un año largo atrapados en la burocracia». Y es que, relata, están a la espera de que el Ayuntamiento les indique la parcela en la que podrán ubicar las 20 pequeñas casas que incluye este proyecto. «Estamos hablando de una realidad, no de historias en el aire», dice Utrera antes de detallar: «Tenemos el proyecto básico ya redactado con lo que, si nos dicen la parcela, podemos pedir la licencia de obras y, mientras se tramita, hacemos el proyecto definitivo. Así, en tres o cuatro meses estamos empezando las obras». Por todo ello insiste: «Nosotros no hablamos de cosas delirantes», ya que no solo tienen el proyecto, sino también la financiación.

Refugio y café

Ese servicio de bebidas calientes, y la posibilidad de descansar unas horas en los sofás habilitados para ello, es el servicio de calor y café con el que cuenta Padre Rubinos. Es, junto con el Refugio que hay en el mismo centro, el único lugar de la ciudad en el que, actualmente, puede ser acogida una persona que esté viviendo en la calle. Desde el Refugio solo apuntan que durante los pasados días de intenso frío hicieron alguna excepción para acoger a sintecho y, a pesar de ello, no cubrieron el centenar de plazas de que disponen. Por ello concluyen: «Podía haber venido más gente, sin problema».

También la asociación Arco Iris indicó ayer que considera «extremadamente inapropiada y fuera de lugar» la propuesta que se incluye en el proyecto municipal para Alfonso Molina.

Tres empresas optan a la gestión del local municipal para personas sin hogar

En respuesta a las consultas realizadas por este periódico sobre la propuesta, el gobierno local remitió a un comunicado de hace meses en el que se informa sobre un proyecto de refugio en Monte Alto. El Concello sacó a concurso, el pasado 15 de diciembre, la puesta en marcha de un «programa de atención de baja exigencia para personas sintecho». La puesta en marcha de estas dependencias, que irán ubicadas en el centro cívico de Monte Alto, había sido anunciada por la concejala Silvia Cameán el 14 de noviembre. Este servicio sale a concurso por un precio máximo de 156.000 euros, con una duración de siete meses y medio. El centro tendrá capacidad para 15 personas, que por diversas razones no usan la red de alojamientos de la ciudad. El servicio todavía no se presta.

La oposición carga contra la Marea y le pide alternativas dignas para las personas sin hogar

Toda la oposición criticó ayer que el informe sobre los márgenes de Alfonso Molina incluya el adecentamiento de los viaductos para mejorar la situación de los sintecho que residen allí, no porque estos no tengan derecho a vivir en mejores condiciones, sino porque entienden que un gobierno local tiene la obligación de buscarles alternativas dignas y no asumir que los puentes son espacios habitables.

El más crítico fue el PP. «¿Es esa la política social de la Marea? ¿Es la solución habitacional que proponen?», se preguntaba ayer la portavoz del grupo, Rosa Gallego, quien recordó que el gobierno local fue incapaz en el 2016 de entregar ni una sola renta social, su proyecto estrella. Durante ese año, dijo la concejala, María Pita solo invirtió el 1 % de lo que tenía previsto para acabar con los problemas del chabolismo, sin que durante todo el año se hubiera realojado a ninguna familia. «¿Bajan la aportación al Hogar de Sor Eusebia y a otras entidades sociales y plantean como solución dormir debajo de un puente?», se preguntaba Gallego.

«La obligación de cualquier Administración es buscar y ofrecer alternativa de vivienda a todas las personas. La alternativa no es dormir debajo de un puente, por muy digno que sea», apuntan desde el PSOE, de acuerdo, como el BNG, en que se mejoren esos espacios, pero sin la más mínima renuncia a la obligación de ofrecer alternativas adecuadas a quien las necesite.

«Desde o BNG cremos que o goberno local debería centrar os seus esforzos en artellar alternativas de habitabilidade e ter traballadores municipais que interveñan socialmente para as axudar ás mulleres e homes que non teñen teito ou que son desafiuzadas na nosa cidade», dijo por su parte la nacionalista Avia Veira.