Un mecanismo extraordinario para aprobar propuestas pese a la minoría

X. G. A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

28 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Apenas hay precedentes del uso de la cuestión de confianza en el Ayuntamiento de A Coruña en la actual etapa democrática. Las mayoría absolutas del socialista Francisco Vázquez, el bipartito que encabezó su sucesor Javier Losada, y la mayoría absoluta del popular Carlos Negreira hicieron innecesaria la utilización de un mecanismo utilizado en la mayoría de las democracias, con el objetivo de que el poder ejecutivo logre sacar adelante sus propuestas a pesar de estar en situación de debilidad frente a la oposición.

 De todas formas, aunque hubiese estado en minoría, es improbable que Vázquez la hubiese utilizado antes de 1999. En aquel año se aprobó una reforma legal que relajó las consecuencias de perder la confianza del pleno.

Hasta entonces, la cuestión de confianza podía plantearse para aprobar los presupuestos, el reglamento orgánico, las ordenanzas fiscales o el plan general. Si el alcalde perdía la votación, también perdía el puesto de inmediato en favor del siguiente candidato de su lista electoral.

En la actualidad ese artículo se sigue aplicando en todos los casos menos en el de los presupuestos, con el que se abre un período de 30 días para que la oposición presente una moción de censura. Ese cambio ha minimizado el riesgo de que la pérdida de la confianza se traduzca en un cambio de gobierno.

Sin embargo, descontada esa modificación, se mantiene el resto de la normativa aprobada en 1985, que también indica que los alcaldes solo podrán recurrir a la cuestión de confianza una vez al año, que nunca podrán convocar más de dos durante el mismo mandato, y que nunca se podrá recurrir a una durante el último año del mismo.