El coste de la vidriera será siete veces mayor de lo previsto en el 2009

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Marcos Míguez

Se estimó el precio en 8.400 euros. Ahora se invertirán 60.500 para restaurar la pieza por primera vez desde el 2000 y quitar el escudo

17 dic 2016 . Actualizado a las 13:09 h.

Un informe municipal de febrero del 2009 estimó en 8.400 euros el coste de sustituir el escudo preconstitucional de la gran vidriera de la planta baja del Ayuntamiento. El gasto nunca se ejecutó, porque el informe de la comisión de expertos que luego se aprobó en pleno apostó por mantenerla, al formar parte de un conjunto artístico, y colocar una placa explicando su significado. El gobierno actual apuesta por retirar el emblema, y ha presupuestado 60.500 euros para cambiar los paneles y restaurar toda la pieza.

La vidriera

De los años cincuenta y origen galo. El vitral fue instalado en 1955. Es obra de los talleres fundados en 1860 por Jules Pierre Maumejean. En sus 150 años de historia han centrado su actividad en Francia y España, donde han fabricado vidrieras artísticas para las catedrales de Sevilla, Vitoria o Burgos, el Teatro Real, el Ayuntamiento de Biarritz y otros edificios. Junto al resto de vitrales de María Pita, 508 piezas en total, fue restaurada por última vez en el año 2000. Los trabajos fueron adjudicados por 17 millones de pesetas -102.200 euros- a Cristalería Martín. El gerente de la empresa, José Luis Alamán, aseguró entonces que el conjunto es «una obra de arte. Son a su género lo que el Museo del Prado a la pintura», y estimó el valor del conjunto en «cien millones de pesetas» -601.000 euros-.

  

El entorno

Obra de Alfonso Molina. La vidriera se instaló para cubrir un patio abierto, en el que también se construyeron las escaleras nobles del palacio municipal. En la actualidad son utilizadas de forma habitual por los miembros de la corporación, el alcalde y en actos oficiales. La foto de familia de la entrega de medallas a la Policía Local, celebrada hace unas semanas, se hizo allí. La reforma de las dependencias fue impulsada por el alcalde Alfonso Molina, que quería dotar al palacio municipal de una entrada de más lustre para los actos oficiales.

  

La comisión

Seis miembros divididos. En el 2009, bajo el gobierno del PSOE y del BNG que presidía Javier Losada, se puso en marcha una comisión que asesorase al Ayuntamiento en la aplicación de la Ley de Memoria Histórica. Estaba formada por seis especialistas: Manuel Monge, exedil del BNG y presidente de la comisión para la recuperación de la memoria histórica; Juan José Sánchez Arévalo, vicepresidente del Ateneo Republicano; el catedrático en Derecho Constitucional José Antonio Portero Molina, y los historiadores Luis Lamela, José Alfeirán y Ana Romero. Su informe aconsejaba cambiar el nombre de 23 calles, cuatro grupos de viviendas, retirar 21 distinciones honoríficas y cuatro monumentos. La comisión se dividió a la hora de votar la retirada o mantenimiento del escudo de la vidriera. Tres miembros votaron a favor y tres en contra. Su informe apostaba por mantenerla «como pieza de museo inserta en el edificio municipal, y con una placa aclaratoria, para observadores descuidados, ya que se considera una pieza incluida en un conjunto artístico».

  

El pleno

Una amplia mayoría. Los 17 ediles del PSOE y el BNG aprobaron en el pleno del 7 de septiembre del 2009 aplicar las medidas que contenía el citado informe. El PP se abstuvo, aduciendo que no se dio oportunidad de defenderse a las personas a las que se estaban retirando los honores. De aquella corporación solo siguen en activo el concejal popular Roberto Coira y las socialistas Silvia Longueira y Yoya Neira, que respaldaron el informe que abogaba por mantener la vidriera.

  

La retirada de símbolos

Un largo proceso. En este mandato se ha cambiado el nombre de las calles y se han retirado de la galería de alcaldes los retratos de dos militares golpistas. Durante el mandato de Javier Losada, además de la retirada de honores, también se quitó la estatua de Millán Astray entre protestas de sus allegados. Hubo otros cambios más tranquilos, como la supresión de símbolos franquistas en Durán Loriga, desarrollada también en época de Losada, y otros anteriores a la aprobación de la Ley de Memoria Histórica en el 2007 bajo los gobiernos de Francisco Vázquez, como la eliminación de la columna de Salazar de la plaza de Portugal o la sustitución de la plaza del General Franco por la plaza de la Constitución, entre otros.

  

El futuro

La decisión «firme», en palabras de Xulio Ferreiro, de retirar el escudo de la vidriera cuenta con la oposición del PP, que exige que se respete el acuerdo del 2009. Tanto los populares como los socialistas consideran que la decisión debe ser aprobada por el pleno, ya que el informe de la comisión fue aprobado también por ese organismo.