Todos quieren hacerse un «selfie» con la gran bola de Navidad

a. mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

La gigantesca esfera colocada en la Marina pesa tres toneladas y tiene 11 metros de diámetro

08 dic 2016 . Actualizado a las 12:27 h.

Es la sensación de la Navidad coruñesa. Ningún otro adorno atrae a más curiosos. Desde que se iluminó a las siete de la tarde del martes, la gigantesca esfera instalada junto a la Autoridad Portuaria no ha hecho más que recibir gente. Mayores y niños se agolpan a su alrededor para hacerse una foto como antes se hacía a lomos del caballo de Foto Paco. Gusta tanto que «deberían de dejarla todo el año», comentaba ayer un coruñés absolutamente absorto con el invento.

La esfera, que simula una bola de árbol navideño, pesa 3.200 kilos y tiene 11 metros de diámetro. Fue construida en Puente Genil (Córdoba) por la empresa Iluminaciones Ximénez, adjudicataria del alumbrado navideño en la ciudad para esta Navidad y las dos próximas. El delegado de la misma en la ciudad, Ramón Zapata, destaca que solo hay dos como ella en España. Tiene 120.000 puntos de luz y consume 4.300 vatios.

La bola está sujeta por dos grandes pesos y tiene dos puertas. Pero no dejan entrar. «El año que viene sí está previsto que se permita pasear por su interior, pero este preferimos que la gente la disfrute desde fuera por mayor seguridad», señala el delegado de Iluminaciones Ximénez. El problema es que muchos saltan la valla de madera que la rodea para acceder al interior y así hacerse una foto mejor.

«La guerra de las galaxias»

Aunque se parezca lo mismo que un gato a una hoja de bacalao, hay muchos que le encuentran similitud con la famosa Estrella de la Muerte de La guerra de las galaxias. Así se refieren a ella en las redes sociales. «Yo también quiero un selfie con la Estrella de la Muerte», le decía ayer un joven a su novia. Aunque la nave esférica de la película era de color negro y en esta dominan las luces blancas, parece que el sambenito le quedará de un año para otro.

La esfera, que seduce más que el árbol del Obelisco, tiene enamorados a los coruñeses. Son muchos los que aseguran que «nunca la Marina estuvo tan bonita en Navidad como ahora». Algunos recuerdan que el año pasado esa zona pasó las fiestas con vallas. «Y ahora mira, da gusto pasear por aquí», comentaba un hombre mayor antes de que su perro se colase en el interior y que él se desgañitase para que saliera.

Es tal la adoración por la bola y el número de gente que se quiere hacer una foto frente a ella que causa no pocos desencuentros. «Para hacer una foto hay que hacer cola», le gritó un joven a una mujer que se puso en medio del retratista y el retratado.

Junto a la esfera es como si repartieran billetes. Todo el mundo se para un rato largo y la rodea. Están los que abren debate: «Esto pesará unos mil kilos», decía ayer uno. «Es como un segundo piso de alto», añadía otro que le discutía a un amigo que apostaba por «un tercero». Y también están los inconformistas: «Tanta lucecita, y la gente muriéndose de hambre».