Con estas animadoras ganar es pan comido

Maruja Campoviejo

A CORUÑA CIUDAD

M. M.

07 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque el Básquet Coruña fue por delante del Breogán durante casi todo el partido, llegó un momento, a poco del final, en que los de Lugo, también con un gran partido, le dieron la vuelta al marcador y se pusieron a seis. Sin embargo, los de casa cerraron el derbi ganando de nueve. ¿Cómo es posible? ¿Habrá sido gracias a las animadoras? Ayer debutaban sobre el parqué las Cheer Ladies, y la verdad es que suerte le dieron al equipo local. «Estamos súper contentas con esta victoria, nos lo pasamos muy bien y animamos un montón», cuenta Tania Pumares, una de las impulsoras del grupo junto con su hermana Nuria. Fue la primera vez que un encuentro de baloncesto en Galicia contó con animadoras, y Tania reconocía ayer que nervios, antes de empezar, los hubo. «Somos chicas con bastante personalidad y no se notaron esos nervios. Al final se acercó el público a felicitarnos y a sacarse fotos con nosotras», cuenta Tania. Entrenan hora y media tres días por semana y están abiertas a atender peticiones de cualquier otro equipo en Galicia y a repetir con los de casa, claro. Dan suerte, está comprobado.

Toda una fiesta infantil

Si alguien sabe de montar fiestas son los niños. No hay que animarlos mucho para que se pongan a jugar, ya se sabe, pero si encima les facilitas el trabajo no hay quien los pare. Ayer en Marineda City fueron muchos los que aprovecharon la tarde disfrutando de lo lindo con las actividades que proponía el Club Marineda Kids, donde hubo regalos, bailes y talleres de maquillaje gratuitos para quienes se acercaban a celebrar la llegada de las fechas navideñas. Los que además aprovecharon la visita al centro comercial para patinar en la pista de hielo, abierta hasta el 15 de enero, cerraron una jornada redonda.

Vecinos bien avenidos

Hace cerca de una década los vecinos y antiguos residentes de la calle de la Franja decidieron que ya estaba bien de que pasara el tiempo sin verse y empezaron a organizar una comida anual. A buscar a los viejos amigos y a organizar las citas se dedicaron con empeño Pepe Olmo, Manolo Silva y Rosa García Meiriño, entre otros. Ayer se vieron unos 40 en el restaurante Bocalino y se lo pasaron en grande. «Es estupendo, a mí me encanta volver a ver toda esa gente con la que estuve cuando éramos niños», cuenta Rosa García. Para que exista esa relación, lógicamente, los vecinos tenían que llevarse bien. Rosa da la clave: «La gente de la calle era como una familia: si alguien se ponía enfermo, nos preocupábamos todos». Y ahí siguen, la mar de unidos.