El consistorio concede la primera renta social tras dos meses de tramitación

La renta social, uno de los programas estrella del gobierno local, llega, por ahora, a una persona. Se trata de una mujer de más de 50 años sin ningún tipo de ingresos y sin derecho a otras prestaciones, con estudios, soltera y sin hijos. Son los datos aportados desde el consistorio, que indica que la vecina de A Coruña comenzará a recibir la ayuda de 532 euros al mes dentro de 15 días.

La implantación de la renta social -que iba a llegar a mil familias según la estimación municipal- empezó con retraso por la tardía aprobación de los presupuestos. El 30 de septiembre se abrió el plazo para que quien quisiera solicitase esas ayudas. El Ayuntamiento disponía de un máximo de dos meses para responder a la peticiones que llegaran. Ayer se cumplían esos 60 días y se le notificaba la concesión a la primera beneficiaria.

En total, en la concejalía de Servizos Sociais han recibido 237 solicitudes. Aproximadamente la mitad no cumplen los requisitos, por los que se han abierto 135 expedientes de tramitación de esas ayudas. De ellos, 124 tienen valoración inicial positiva, 92 están en fase inicial y otros 43 en fase de instrucción, y de estos últimos, 33 están pendientes de entrevista por parte de la trabajadora social, informan desde el consistorio.

Críticas del PSOE

La concejala dice que la renta social está teniendo «un efecto colateral moi positivo» porque «estamos vendo a persoas que se achegan por primeira vez aos Servizos Sociais municipais e descobren que teñen dereito a prestacións que non coñecían porque nunca acudiran a eles», dice Silvia Cameán.

Sobre la renta social se informó también ayer el PSOE en la comisión de Xustiza Social, que preside la concejala socialista Silvia Longueira, quien entiende que los planes nuevos requieren un tiempo de implantación, pero que también recordó que el PSOE había puesto en marcha, cuando estuvo al frente del gobierno local, diversas medidas y que fueron capaces de hacerlo, y ha exigido a la Marea «la misma disposición para implantar con éxito la renta social».

La concejala, en la oposición, reclama al gobierno local que tenga en cuenta a las entidades sociales a la hora de tomar decisiones y de conocer las necesidades de los ciudadanos de A Coruña. En su opinión, ahora mismo «hay un fallo porque no se trabaja en red con las asociaciones y no se puede luchar contra la exclusión social sin contar con las entidades que se dedican a ello», aseguró Silvia Longueira tras la comisión.

Un programa que iba a costar tres millones al año y que ahora se presupuesta en uno menos

La estimación de gasto de la renta social osciló en varias ocasiones desde su presentación. Este año el gobierno local colocó en las cuentas una partida de 2,1 millones de euros para hacer frente a los subsidios que pretendía aprobar.

Era una cantidad provisional, que iba a crecer en un futuro porque en el primer ejercicio, el de la puesta en marcha, el presupuesto entraba en vigor tarde y llegaría para atender la demanda durante unos meses. La idea era que en el 2017 y en ejercicios sucesivos el coste anual ascendiera a 3 millones por ejercicio.

Finalmente ninguna de esas cifras se ajustó a la realidad. En el actual ejercicio el propio gobierno propuso reducir en 1,8 millones de euros los fondos que había y dedicarlos a otros fines porque no daba tiempo a gastarlos en las ayudas, al abrirse el plazo para solicitarlas el 30 de septiembre y sin margen para resolver muchos expedientes antes de que acabe el ejercicio.

Todavía el mes pasado desde el ejecutivo insistían en que la merma era algo puntual y que en el 2017 se iban a incluir en las cuentas los 3 millones previstos. Finalmente, en el borrador de presupuestos presentado por la Marea, figuran 2 millones.

El programa ofrece ayudas de entre 532 y 1.064 euros al mes, en función de la carga familiar, a personas sin recursos.

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