Monumental atasco en la N-VI por un bus averiado en el cruce del Sol y Mar

Elena Silveira
elena silveira OLEIROS / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Fernando Molezún

Las retenciones en dirección entrada a A Coruña llegaron hasta las curvas de Biona

26 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«Estuve parado al volante más de una hora. Sobre las ocho de la mañana comenzó todo y no me moví hasta pasadas las nueve. Fue desesperante». José Antonio vive en Iñás y, según explica, se desplaza todos los días por la N-VI porque trabaja en A Coruña. Dice que no recuerda haberse metido en un atasco como el de ayer. «Es que coincidió en hora punta», recalca.

El embotellamiento comenzó sobre las 8.15 de la mañana. Un autobús de Arriva sufrió un fallo mecánico y se quedó parado en el cruce del Sol y Mar, justamente donde se produce la incorporación a la N-VI de los coches que llegan desde la carretera de Montrove y Perillo. Según explican vecinos de la zona, varios operarios se desplazaron a la zona para intentar arrancar el autobús y, al poco tiempo, también llegaron al lugar dos unidades de la Guardia Civil de Tráfico para ordenar el tráfico e intentar dar fluidez a la kilométrica fila de vehículos que se formó. De hecho, las retenciones llegaron hasta las curvas de Biona, es decir, a unos 2,5 kilómetros de distancia de donde se produjo el incidente del autobús.

Desde la Jefatura Provincial de Tráfico confirmaron que el autobús ocupaba el carril derecho, por lo que solo se pudo utilizar el izquierdo para circular. «Allí desembocan coches de sitios muy diferentes, era hora punta y solo había un carril libre. Y al haber solo un carril era imposible que pudiese asumir todos los vehículos que a esa hora pasan por la N-VI», indicaron portavoces de Tráfico. Finalmente, sobre las 10.15 horas, una grúa retiró del cruce del Sol y Mar el autobús averiado y se normalizó la situación.

El alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, indicó que el suceso de ayer fue «gravísimo» y que no se trata de un hecho aislado, sino que al mínimo incidente se producen atascos similares en este punto y en el puente de A Pasaxe. «É terrorífico: a xente desesperada intentando buscar unha saída para escapar á trampa para o tráfico que hai nesa estrada».

Vecinos de Perillo aseguraron ayer que ya están «resignados» a sufrir los inconvenientes de la N-VI. «Siempre pasa lo mismo», indicaba un comerciante. «Paradójicamente, la única carretera que no se ha colapsado es la de Bastiagueiro, porque los coches iban en caravana por el cruce de la piscina de Perillo», indicaba otro vecino. Plantean que la solución no pasa tanto por construir el paso subterráneo por el cruce del Sol y Mar, sino por eliminar vehículos de la carretera apostando por el transporte público metropolitano. «¿Por qué no hay ningún bus, por ejemplo, que llegue a los polígonos industriales? Miles de trabajadores se desplazan en coche porque no tienen alternativas», indicó otro residente en la zona de Perillo.