En A Coruña se desahucia un local de hostelería cada dos semanas

Javier Becerra
Javier becerra A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

EDUARDO PEREZ

El presidente del gremio advierte: «Habrá más cierres que aperturas en el futuro»

26 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El bum hostelero que ha experimentado la ciudad en el último lustro ya muestra su otra cara. En los juzgados coruñeses empiezan a llegar cada vez con mayor intensidad desahucios de bares, cafeterías y pubs. En torno a un 10 % de la actividad de los funcionarios que notifican los desalojos se dirigen a ese tipo de establecimientos. Y, teniendo en cuenta que la estadística habla de entre uno y tres desahucios al día, se desprende un dato preocupante: cada dos semanas la justicia devuelve a su propietario el bajo que había alquilado a un hostelero. Dependiendo del mes, incluso pueden llegar a dos.

Los profesionales de justicia advierten un futuro negro. La situación responde a empresarios que no logran hacer frente a los pagos que genera el negocio. Llega un momento en el que se dejan de pagar las mensualidades, se acumula una gran deuda de la que no pueden salir y el caso termina en el juzgado. Además, hay que sumar que en los últimos tiempos se han afrontado reformas costosas que empeoran el cuadro.

En la Asociación de Hostelería de A Coruña son conscientes de la situación. «Hay una serie de gastos en los locales que no se ven, que responden al simple mantenimiento y eso hace que el 90 % de los que abren negocios tengan una idea equivocada de lo que les va a venir encima», argumenta Héctor Cañete, presidente de la entidad. Todo ello se suma a lo apuntado por los responsables del Dux respecto a su decisión de dar marcha atrás con el proyecto del Parrote, apelando a la «sobredimensión de la hostelería». Cañete lo corrobora: «Ha sido el sector refugio durante estos años y está maduro. En A Coruña hay un local hostelero por cada 115 habitantes. Somos, según La Caixa, los terceros de España. Eso, creo, lo dice todo».

Por ello Cañete avisa: «Habrá más cierres en el fututo, porque esa es la tendencia». Y contradice la imagen del movimiento que puede verse en el centro: «La mayoría son locales reformados que ya antes eran de hostelería. Mientras tanto, en los barrios cierran bares que ya no vuelven a abrirse. Hay mucha economía de subsistencia, de gente que incluso factura seis euros al día y está esperando para jubilarse».