Los vecinos piden que se erradique el botellón, no su traslado al Parrote

Javier Becerra
JAVIER BECERRA A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

El PP califica como una «ocurrencia» la postura de Ferreiro, mientras que PSOE y BNG apelan al ocio nocturno alternativo

23 oct 2016 . Actualizado a las 16:10 h.

Los vecinos están en contra de «trasladar el problema del botellón de un lado a otro». Así lo ha declarado Luisa Varela, presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de A Coruña y del Área Metropolitana. Lejos de sintonizar con la idea de Xulio Ferreiro de «mover o botellón dos xardíns», se muestra sorprendida: «Que el alcalde diga eso no sé hasta qué punto es normal», plantea.

Varela exige la «erradicación total». Sostiene que, mas allá de los destrozos y el problema ecológico que generan en los jardines de Méndez Núñez, hay otro problema mayor: «En el botellón hay menores de edad bebiendo y van a seguir haciéndolo, tanto si se les permite beber en los jardines como si lo hacen en otro lugar». Por ello sostiene que la «única solución es la desaparición del botellón».

Recuerda que esa «ha sido siempre la postura de la federación». Tanto con el mandato de Javier Losada, como en el de Carlos Negreira, la federación vecinal siempre se mostró públicamente a favor de la prohibición. «Que busquen la fórmula, que para eso son los que mandan y dirigen la ciudad, pero que eliminen esto y controlen que los menores no consuman alcohol», concluye Varela.

«Se le salió de madre»

La portavoz del grupo municipal del Partido Popular, Rosa Gallego, dice que «a Ferreiro se le salió de madre el tema del botellón por desmontar el dispositivo de ocio nocturno de la policía». El resultado, según ella, es que «se han destrozado los jardines y ahora se saca de la manga una nueva ocurrencia de trasladar al Parrote el problema para que también lo destrocen, porque pasará lo mismo sin vigilancia ni limpieza». La popular subraya, además, «la falta de mantenimiento de jardines» y la limpieza deficiente en general, «que en el caso de Méndez Núñez se ha convertido en un grave problema».

Desde el PSOE, tal y como expone el concejal Fito Ferreiro, la apuesta pasa «por escuchar y debatir con las partes implicadas en este fenómeno social para buscar soluciones a lo que se ha convertido en un problema». En todo caso, el edil socialista plantea desarrollar «acciones positivas para acabar con él, como el ocio alternativo, y retomar el pacto cívico que pusimos en marcha los socialistas y que el PP guardó en el cajón».

La nacionalista Avia Veira sostiene que «é preciso garantir sempre o dereito da mocidade a empregar o espazo público xunto co dereito ao descanso da veciñanza». Pero no apoya la idea de Xulio Ferreiro: «No canto de darlle solución o que se fai é trasladalo dun lugar a outro segundo vaia protestando a xente: en definitiva, de nada vai servir trasladalo de Méndez Núñez ao Parrote». Apela también a la pedagogía y la apuesta por el ocio alternativo.

La solución, en estudio por parte del gobierno local 

El alcalde coruñés señaló el viernes que había hablado con el jefe de la Policía Municipal sobre los pasos a tomar para eliminar el botellón de Méndez Núñez. Preguntado por ello el gobierno local puntualiza que tanto el modo de actuación como los plazos para hacerlo están en estudio todavía.

«En los barcos de la Dársena hay bengalas y cohetes, meter a 2.000 chavales allí sería una locura»

La idea de trasladar el botellón el Parrote, sugerida por al alcalde el pasado viernes en Radio Voz, no solo ha generado el rechazo de los vecinos y hosteleros de la Ciudad Vieja. La flota de bajura también ha dado la voz de alerta sobre lo que podría suponer que se asentasen allí este tipo de reuniones nocturnas.

Víctor Rodríguez, miembro de la directiva de la Cofradía de Pescadores de A Coruña señala que allí se podría originar una desgracia. «En los barcos de la Dársena hay tres bengalas y tres cohetes. Además, puede haber entre 2.000 y 3.000 litros de combustible. Meter a 2.000 chavales allí en esas condiciones sería una locura». Ya tienen malas experiencias: «Ahora, a veces, se ven pequeños grupitos y nos han aparecido vasos en los barcos en alguna ocasión o faltado los chalecos salvavidas. Son gamberradas, que pueden ir a más si se permite hacer eso allí».

El marinero, que afirma que «no está en contra del botellón», añade además del riesgo que tiene el emplazamiento, «donde una persona bebida puede acabar en el mar». Por ello, dice que el gobierno local «debe descartar totalmente esa idea porque las consecuencias de llevarse a cabo pueden ser desastrosas».