«Entendemos que lo estarán pensando»

Montse Carneiro A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

EDUARDO PEREZ

El PSOE presiona a la Marea con su entrada en el gobierno tras el plantón del viernes

23 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

A un callejón sin salida, y está por ver la tapia que habrán de trepar, parece abocada la relación del grupo municipal socialista con el equipo de gobierno. Los de la oposición escenificaron su malestar con las maneras de los de Xulio Ferreiro ausentándose el viernes de la junta de gobierno en la que se trataron las ordenanzas fiscales y ayer incidieron en su firme determinación de no dar medio paso al frente mientras la Marea no responda de modo formal a su proposición para entrar en el ejecutivo. «Entendemos que lo estarán pensando y analizando», opinaron ayer fuentes del PSOE consultadas por La Voz.

De puertas para afuera, sin embargo, la Marea ya ha dado muestras contundentes de las escasas simpatías que le despierta el pacto en este momento y los recelos que acumulan con los de José Manuel Dapena en su año y medio de gestión en María Pita. Primero, que generen confianza y frutos para la ciudad ?ahí a la vuelta de la esquina está la oportunidad de los presupuestos?, y luego todo puede ser hablado, vino a decir ayer un portavoz de Ferreiro. Y más allá de los réditos, si en un bando no parecen tenerlas todas consigo, en el otro, lejos de disipar las dudas, se escudan detrás de una desconfianza mayor.

Primero, lo pendiente

Para los socialistas, sentarse a negociar ahora la política de impuestos o los presupuestos municipales para el año que viene, cuando acuerdos ya alcanzados siguen pendientes de cumplir, escapa a la lógica. «Tendrán que decidir si llevan al pleno las ordenanzas sin consensuar o si se sientan a negociar con nosotros lo que está pendiente. Eso es lo primero. ¿Que no toman ninguna decisión sobre eso y llevan el asunto al pleno? Pues las opciones son las que son». El PSOE ya pone sobre la mesa condiciones para votar a favor de la reforma fiscal y critica las maneras de mayoría absoluta de la Marea en una fase del calendario en que el gobierno, decidido a proseguir su travesía en solitario, encara un final de mes importante.

Cuentas e impuestos

Tras el plantón de viernes y la aparente inflexibilidad de los socialistas, cómo se las acabe ingeniando el equipo de gobierno para sacar adelante los impuestos del año que viene (el asunto irá en los próximos días a la comisión de Facenda y, posteriormente, al pleno) servirá de banco de pruebas para el trance del 15 de noviembre, fecha verdaderamente importante pues, de acuerdo con las previsiones de la alcaldía, ese día deberá celebrarse el pleno de los presupuestos del próximo año. Si en las tres semanas que restan, Ferreiro consiguiera cerrar un acuerdo que garantice el respaldo del PSOE, las cuentas de la ciudad pasarían un período de 15 días a exposición pública y en el mes de diciembre podrían quedar aprobadas definitivamente. Si persiste la actual situación de bloqueo, el alcalde podría recurrir a una herramienta de competencia directa suya y proponer al pleno una cuestión de confianza para tratar de desencallar la actividad municipal.

La ley recoge otra vía para aprobar las cuentas sin la mayoría suficiente, a través de la junta de gobierno, siempre que existiera previamente un presupuesto prorrogado en vigor.

Una eventual cuestión de confianza exigiría mes y medio de trámites

Xulio Ferreiro podría plantear al pleno una cuestión de confianza vinculada a la aprobación de los presupuestos y de las ordenanzas fiscales. Se trata de una atribución política del alcalde recogida en la Ley del Régimen Electoral General para superar situaciones de bloqueo en la toma de decisiones de trascendencia para el desarrollo del gobierno local. Conforme a la ley, la confianza se entiende otorgada si en el plazo de un mes desde la votación de rechazo la oposición no presenta una moción de censura con un candidato alternativo a alcalde, o aun presentándola, no consigue que prospere. El equipo de gobierno conseguiría así la aprobación inicial de las cuentas, en su caso, pero le quedaría otro escollo. Una sentencia del Supremo estima que nada en el texto legal permite interpretar que la petición de confianza esté vinculada a la aprobación definitiva del presupuesto, de modo que debe continuar con el trámite ineludible de la exposición pública y buscar el visto bueno final.