La calle de A Coruña en la que los coches amanecen destrozados

Fernando Molezún A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

FM

En el último mes han proliferado los actos vandálicos contra los vehículos estacionados en la línea pegada al puerto

18 oct 2016 . Actualizado a las 10:35 h.

Dos coches con la ventanilla del copiloto reventada para robar en su interior, otros tantos con pintadas en sus parabrisas y capós y al menos cuatro vehículos con sus retrovisores destrozados. Ese es el saldo conocido -probablemente sean más los automóviles afectados- que han dejado las noches de las últimas cuatro semanas en la avenida del Ejército. Los últimos casos, este pasado fin de semana -con dos turismos con grafitis en sus cristales- y en la madrugada de ayer, que aparecieron varios coches con los espejos colgando.

El tramo conflictivo es el que va desde el parque de San Diego en su parte alta, más allá de la gasolinera, hasta el cruce con Ramón y Cajal, a la altura de la Casa del Mar. En esa fila de coches aparcados, que discurre junto a una estrecha acera, es donde se están cebando vándalos y ladrones aprovechando el amparo que les brinda la oscuridad y el poco tránsito de peatones que registra esta vía por la noche. Es entonces cuando se producen la mayoría de sucesos, aunque en el primero de estos casos recientes actuaron a plena luz del día. El propietario del coche al que le reventaron una ventanilla y le robaron dos móviles, afirmaba que había dejado su vehículo sobre las siete de la mañana, y que a las 12.00 horas fue cuando vio los desperfectos.

Que los coches sufran ataques de esta índole en la zona mientras sus propietarios descansan no es, de todos modos, algo nuevo. Ayer, en el programa de Radio Voz Voces de A Coruña, vecinos y paseantes atestiguaban que no es la primera vez que ocurren episodios semejantes. «En esta zona siempre pasaron cosas así. A mi hijo hace unos dos años le rompieron el espejo y le quitaron los tapacubos», afirmaba un vecino que, sin embargo, calificaba la zona como tranquila: «Quizás demasiado tranquila, y por eso tiene poca vigilancia». Con este día a día conviven todos los que optan por esta ruta del colesterol que se prolonga por San Diego como alternativa al paseo marítimo: «Paseo todos los días por aquí, y no es la primera vez que me encuentro con espejos y ventanillas rotas. No sé si es que la acera es muy estrecha y pasa mucha gente en bici y chocan o le dan con el pie o si son gamberros o ladrones», comentaba otro testigo ayer en Radio Voz.

Sea por sustraer algún objeto de valor del interior del vehículo o simplemente por hacer daño, los vándalos hacen que aparcar en la avenida del Ejército pueda salir realmente caro.