La oenegé Fonte de Vida proporciona alimento a 72 familias coruñesas, ahorrándoles casi 300 euros cada mes
29 sep 2016 . Actualizado a las 20:12 h.Buena parte de las oenegés coruñesas se concentran en la zona de la Sagrada Familia. Cáritas, Renacer o la Fundación Sagrada Familia, por ejemplo, tienen allí su sede. Desde hace cuatro meses, Fonte de Vida engrosa también esta lista de entidades benéficas. Su fundador, Pablo Alves, había colaborado antes con Remar, lo que le impulsó finalmente para llevar a cabo su propia iniciativa: «Decidí que quería ayudar a la gente y abrí la asociación», explica.
Actualmente, trabajan con un total de 72 familias, la mayoría, en una situación económica crítica. «Les damos fruta, verdura, leche... y una vez a la semana, pescado o carne», comenta. Prácticamente un carro de la compra por dos euros. «Algunas familias vienen y no pueden siquiera pagar ese dinero, pero les damos la comida igual. No queremos que nadie esté en esa situación», sentencia Pablo. Todo este proceso se desarrolla en la sede de la entidad, situada en la calle Sargento Provisional.
Pero, ¿de dónde salen todos estos alimentos? Según Pablo, «todo procede de las donaciones por parte de empresas». Aunque a veces, es difícil reunir todo lo que Fonte de Vida necesita para ayudar a las setenta familias: «Me acerco a diario a Abastos. Algunas veces no hay suficiente fruta o verdura, pero tenemos una reserva para los usuarios», explica de nuevo. Pablo cuenta que las familias piden «muchas patatas y leche», precisamente, este último artículo, es también uno de los que más escasean.
Vivir en un coche
Cuatro meses de duro trabajo han sido suficientes para que Pablo reúna ya una retahíla de historias, la mayoría, caracterizadas por la desesperación y la necesidad de sus protagonistas: «No hace mucho vino una familia que tenía dos hijos gemelos. Vivían en un coche. Les dimos pañales, y cuando les quitaron los usados a los bebés, tenían heridas por todo el cuerpo. La familia ni siquiera podía comprarle a sus hijos una pomada en la farmacia», cuenta Pablo.
Según los cálculos de Pablo, las familias que acuden a Fonte de Vida pueden ahorrarse entre 200 y 300 euros al mes. Patricia Ferreira acude a la asociación desde prácticamente sus inicios. «Coñecina polo boca a boca, así funcionan as cousas». Tiene tres hijos a su cargo y no encuentra trabajo. De vez en cuando, según señala, consigue algún empleo «temporal e esporádico» limpiando viviendas o cuidando de otros niños. «O día a día lévase mellor grazas a estas asociacións. Agora hai bastante axuda en A Coruña», comenta.
Según explica, con tan solo dos euros tiene asegurada tanto la manutención de sus hijos, como la suya. A diferencia de otras personas, Patricia no se siente mal por tener que acudir a estas entidades: «Se estivese eu soa podería sentir vergoña, pero cando es nai, con tal de que os teus fillos poidan comer, fas o que sexa. Eu non roubo nin lle quito nada a ninguén», sentencia la mujer.
Los planes de Pablo van más allá del pequeño local que a Fonte de Vida tiene en la Sagrada. «Queremos abrir un economato más grande e incluso abrir otro más para abastecer a más familias», comenta. Según dice, poca gente es consciente de «la necesidad que hay en A Coruña».
La asociación está abierta a recibir cualquier tipo de donativos. Los interesados pueden acercarse a su sede en la calle Sargento Provisional 26 o contactar con Pablo Alves a través del teléfono 666 478 012.