Acusan a un joven de dejar casi ciego de un ojo a un chico con un puñetazo «sin motivo alguno»

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

El investigado se enfrentó a un grupo de 4 chavales tras cruzarse con ellos en la zona del puerto

28 sep 2016 . Actualizado a las 17:21 h.

Una pareja se sentará en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial por, presuntamente, golpear a cuatro jóvenes durante la madrugada del 25 de agosto del 2013 en uno de los accesos a Los Cantones Village. La titular del Juzgado de Instrucción número 6 de A Coruña remitió el sumario a la Audiencia Provincial, donde se celebrará el juicio debido a la gravedad de las lesiones que padecieron las víctimas. Uno de los jóvenes sufrió la pérdida casi total de la visión de un ojo. Según relataron las víctimas en la denuncia, el investigado la emprendió a golpes con ellos sin que previamente hubiese «provocación, discusión o problema alguno». Así, uno de los afectados contó que cerca de la entrada que da acceso a las discotecas le gritó a uno de sus amigos, que iba delante, para que lo esperase. En ese momento el agresor comenzó a correr hacia él «en actitud muy violenta», diciéndole: «Te voy a dar una hostia, ¿qué andas diciendo?». La víctima testificó que intentó explicarle que no habían dicho nada de él, ya que acababan de llegar y se disponían a entrar en el centro comercial. «Casi inmediatamente comenzó a golpearme, a mí y a mis amigos», indicó.

El chico que perdió el 80 % de la visión del ojo contó que lo había golpeado «de forma sorpresiva», lo que le provocó una caída, perdiendo el conocimiento.

El resto de víctimas también declararon haber recibido golpes en el rostro por parte del investigado. Pero no solo golpeó él. También la chica que lo acompañaba, según los denunciantes, que la acusan de propinar dos bofetadas.

Lesiones agravadas

Por todo ello, la jueza instructora concluyó en el auto que cierra la investigación que hay indicios de que el procesado cometiese un delito de lesiones agravadas y tres faltas de lesiones, mientras que a su compañera sentimental le imputa una falta de lesiones.

El investigado, que tenía 27 años, se dio a la fuga tras propinarles los golpes a los denunciantes. Dos de los perjudicados corrieron tras él para no perderlo de vista y una joven alertó a la Policía Nacional. En cuanto llegaron los agentes, las víctimas les informaron de que el sospechoso se había refugiado en un bar de la avenida de la Marina. El imputado salió por la puerta de atrás del local, donde le esperaban los policías, quienes procedieron a su identificación y posterior arresto.