Los coruñeses donaron medio millón de toneladas de ropa a Padre Rubinos

Rodri García A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

M.R.

La institución tuvo que adquirir otra furgoneta para la recogida en los 97 contenedores que tiene en la ciudad

29 ago 2016 . Actualizado a las 10:10 h.

Son 537.400 toneladas. La cifra la repetía ayer el presidente de Padre Rubinos, Eduardo Aceña. Es la cantidad de ropa que ha recogido la institución en lo que va de año. En estos momentos son 97 contenedores los repartidos por toda la ciudad para el depósito de ropa usada. Aceña reconoció que en la entidad estaban sorprendidos por la respuesta de los coruñeses en la donación de prendas de vestir y calzado. En este sentido, explicaba lo que esto supone: en primer lugar que Padre Rubinos se ha visto obligado a adquirir una segunda furgoneta para hacer la recogida en los contenedores, habitualmente de noche para evitar así entorpecer el tráfico. Y es que con una sola no daban abasto.

Además, las prendas donadas han permitido la creación, por ahora, de siete puestos de trabajo para personas que están en riesgo de exclusión social. «No se puede hablar de inclusión social de una persona mientras no se produce su inclusión laboral», apuntaba Eduardo Aceña. También señalaba que la ropa tiene varias vías de salida, siendo la primera de ellas su aprovechamiento por parte de las personas que están acogidas en el refugio de transeúntes de la entidad.

Una segunda vía de uso es el reciclaje de las prensas donadas. Para ello han puesto en marcha el taller prelaboral que contó con once personas en la primera fase y va a comenzar la segunda con un número semejante de asistentes. De las personas formadas han sido contratadas dos, que se han unido a las cinco que habían iniciado dicho taller; de este salen las prendas que luego se venden en la tienda de segunda mano abierta en las antiguas instalaciones de la institución, en Labañou. Por ella pasan entre 20 y 25 personas al día, explicaba Aceña. La mayor parte de las prendas que están allí a la venta tienen unos precios de 2 o 3 euros, siendo la más cara de 15 euros. La ropa que no se puede ni usar ni reciclar es convertida en producto textil que se vende «a una oenegé de Barcelona» que está legalizada para ello, indicaba Aceña.

Tras detallar estos usos, el presidente señalaba que el objetivo es «que los coruñeses sepan a dónde va a parar la ropa que donan». Sobre dicha donación destacó cómo los meses de mayo, con más de 107.000 toneladas, y junio, con casi 120.000, habían sido en los que se recogió más ropa «porque es la temporada de cambio de estación». Con todo ello, la media de las donaciones es de 67.175 toneladas mensuales.

Otro aspecto positivo de esta donación, explicó Eduardo Aceña, es que el Ayuntamiento coruñés «ahorra unos 150.000 euros», porque las prendas recogidas no acaban en la planta de Nostián, en la que provocaban diversos problemas en las máquinas de la planta.