Baute salva la noche de una Batalla Naval deslucida por la niebla

paula santiago, a. a. A CORUÑA /LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

foto: paco Rodríguez

Los fuegos acuáticos fueron lo más visible del espectáculo pirotécnico, que cambió de escenario por The Tall Ships

14 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

María Pita ganó de nuevo la batalla a Drake, aunque la niebla, que parecía inglesa, jugaba a su favor, lo que estropeó el espectáculo para las numerosas personas que colapsaron la zona de la Marina. La gran cita pirotécnica de A Coruña arrancó a las once de la noche en su escenario original, en el entorno del castillo de San Antón. Las bombas de aviso dieron paso a un espectáculo de fuegos artificiales que duró unos 15 minutos y que finalizó con el sonido, durante unos dos minutos, de las bocinas de varios barcos al unísono, dando un toque marinero acorde con esta ocasión especial, al coincidir con la regata de grandes veleros.

La conmemoración histórica de la victoria de la ciudad contra las tropas inglesas -en 1589- se dibujó en un cielo coruñés empañado por el humo de los incendios cercanos y por la niebla. Con todo, en esta ocasión, el marco privilegiado de los barcos de The Tall Ships Races supuso un reclamo, como se demostró por los problemas de aparcamiento que se registraron en la zona, pero la falta de visibilidad hizo que mucha gente no esperase al final y aprovechase para desplazarse y coger sitio en María Pita para la actuación de Baute.

Familias, parejas, navegantes y mayores se sumaron a la cita desde las inmediaciones del Parrote, a donde el Ayuntamiento devolvió la Batalla Naval tras años de celebración en Riazor. También volvieron los fuegos acuáticos, ausentes el año pasado, y que fue lo más lucido, porque, al menos, resultaron visibles. Por precaución se cerró el paso en las proximidades de San Antón y se restringió el tráfico en la zona. El espectáculo pirotécnico se resolvió sin incidentes, proyectando en las aguas de la dársena divertidas sombras de los veleros de la gran regata, que abandonan hoy al mediodía la ciudad.

Grandes éxitos

Si bien la Batalla Naval se preveía como el gran reclamo de la noche, Carlos Baute, llenando María Pita, fue el verdadero protagonista. El concierto del cantante venezolano dio comienzo a las 23.30 horas, algo más tarde que el resto de actuaciones que acogió la plaza, para dar tiempo a los asistentes a llegar al lugar tras la Batalla Naval.

Con una capucha, quizás por la niebla, Baute arrancó el show de hora y media con uno de sus mayores éxitos, Perdimos el control, acompañado por toda su banda y por los coros de muchos de los asistentes, pese a que el sonido no era especialmente bueno. El artista saludó con un «boas noites» y recordó su anterior paso por la ciudad. Hizo bailar hasta la madrugada a todo tipo de público, pequeños y mayores, al ritmo de un pop latino característico de sus canciones y agradeció el apoyo de venezolanos y españoles. Temas como Amarte bien, Quien te quiere como yo o Te regalo se escucharon en una plaza que estuvo a rebosar, con niños subidos incluso a las farolas y donde se pudieron oír incluso críticas a que la estatua de la heroína local restaba visibilidad.

Conexión gallega

Baute también interpretó su recién estrenado directo de Amor y dolor, otro de sus temas más recientes y aclamados, e incluso se arrancó con la guitarra con Tú no sabes que tanto. Y no faltó en el repaso de su trayectoria Colgando en tus manos, un éxito que lo llevó al número 1 en España de la mano de la coruñesa Marta Sánchez, con la que dice que tiene previsto volver a grabar. El venezolano, que acaba de ser padre, se encuentra inmerso en la gira El Mundo De Baute 2016, y visita frecuentemente Galicia, tanto por ocio como por negocio, al tener familiares aquí.

 El punto final de esta gran semana de música y actividades deportivos y culturales correrá a cargo de la cantante alemana Ute Lemper, que se subirá al escenario esta noche a partir de las 22.00 horas.