José Luis Lemos: «Para el Boiro ficharía antes a Messi que a Cristiano Ronaldo»

A CORUÑA CIUDAD

CESAR QUIAN

Asegura que «se pueden extraer cosas útiles del fútbol para la empresa y al revés»

21 jun 2016 . Actualizado a las 08:46 h.

Asegura que «se pueden extraer cosas útiles del fútbol para la empresa y al revés». Su jornada laboral empieza a las siete de la mañana y termina muchas veces a las doce de la noche. Dirige operarios y futbolistas. Vive desde hace 15 años en A Coruña. Es más de Guardiola que de Mourinho. Apuesta por España y Alemania en la Eurocopa (charlamos el lunes antes del primer partido de la selección española). Le apasiona comer y sueña con tener una buena bodega de vino. «Tengo fama de duro, pero me he ido moderando. Solo me altero los domingos. En realidad soy un sentimental. Me emocionan muchas cosas y lloro con facilidad», comenta José Luis Lemos Ameneiro, al que casi todos llaman Lemos. Es el entrenador del Boiro, equipo al que ascendió hace unas semanas a Segunda B, la categoría de bronce del fútbol español. «Te doy una primicia, acabo de renovar. Voy a intentar seguir creciendo. A este nivel ya se gana dinero, podría vivir de ello», apunta. Compagina este trabajo con la dirección de dos de las ocho empresas que forman parte del grupo Aluman. Estudió Administración y Finanzas. Tiene 46 años. «Los llevo bien. Soy un tío súper joven», afirma. Está casado y es padre de tres hijos, uno de 12 años, y unas mellizas de 7. Hijo de guardia civil, nació en Santiago y vivió, por la profesión de su padre, en Asturias, Segovia, Úbeda, Guitiriz...

Mediapunta vago

Antes de entrenador fue futbolista y viajero como su padre. Jugó en el Compostela, el Endesa (en Segunda B) y el Xove. De hecho se vino a A Coruña siendo un chaval para jugar en el juvenil del Deportivo. «Terminé los estudios en el instituto Zalaeta», recuerda de aquella etapa. Se retiró con 35 años en el Atlético Arteixo. «Era un mediapunta vago y de calidad», se define. Desde entonces «excepto un año siempre entrené. Al Montañeros, con el que ascendimos de Primera Regional a Tercera, al As Pontes, Laracha, Cerceda, con el jugamos dos veces la promoción de ascenso, y ahora el Boiro», relata mientras su móvil no para de emitir alertas. «Sin él no puedo vivir. Entre el fútbol y el trabajo mira (me muestra la pantalla) en el rato que llevamos charlando tengo dos llamadas perdidas y 26 WhatsApp». Me habla de su filosofía futbolística. «Nunca renuncio al balón, por eso soy más de Guardiola. Quiero que mi equipo sea protagonista y no creo en eso de ya me llegará una oportunidad para marcar». Dice que le gustaría entrenar a gente como Iniesta o Busquets «y también haber podido dirigir a Fran o a Valerón, ese tipo de jugadores». ¿Y si pudiese fichar a cualquiera para el Boiro? «A Messi antes que a Cristiano», afirma sin dudar un instante.

Un buen chuletón

Se le ve un hombre tranquilo. «La gente siempre piensa que estoy de buen rollo, pero exteriorizo poco», comenta. Dice que su principal virtud es «que soy muy directo y sincero aunque me acarree problemas» y asegura que va puliendo su defecto más acusado. «Antes saltaba muy pronto. Era demasiado tajante». Es aficionado a las redes sociales, desde Facebook a Instagram. «Al Periscope todavía no me atrevo». Le gusta la playa de Riazor, la plaza de María Pita y el paseo marítimo. Disfruta de cañas con los amigos y conociendo alguna taberna. Se muere por un buen chuletón, pero también por una centolla, por los arroces o por los pescados. «Soy de buen comer. Cocino poco, pero hago unas tortillas muy buenas», asegura Lemos, que antes de empezar la nueva temporada disfruta unas semanas con los suyos, a los que poco ve a lo largo del año. «Me encanta viajar con los niños y las comidas familiares que empiezan a las tres de la tarde y no te levantas hasta las ocho». Afirma que, si coincide a la misma hora un Cerceda-Choco con un Real Madrid-Barcelona, «veo el partido del Cerceda. Cuando estoy en temporada veo poco fútbol de Primera».