«Le dije a Goodall que es una encantadora mona blanca»

Loreto Silvoso
Loreto silvoso A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

CESAR QUIAN

Esta bióloga coruñesa tenía un sueño: conocer a Jane Goodall. La semana pasada lo consiguió en Madrid

19 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

No todo el mundo consigue hacer sus sueños realidad tan pronto como Diana Posse. Esta bióloga coruñesa de 33 años siempre quiso conocer a la primatóloga británica Jane Goodall y desde el pasado 25 de mayo ya puede decir lo que es hablar con ella, tocarla, respirarla y admirarla bien de cerca. Un concurso del canal de televisión de National Geographic lo ha hecho posible.

-¿Por qué la admira tanto?

-Por muchas cosas. Jane Goodall fue una de las primeras personas en hacer un doctorado en Cambridge sin tener una licenciatura previa. Ella no sabía nada cuando empezó, pero supo aprovechar su valía y las oportunidades que le brindó la vida.

-¿Siempre le atrajo su figura?

-Sí. Desde que era niña mis referentes han sido Jane Goodall, Félix Rodríguez de la Fuente y Miguel de la Quadra-Salcedo, que nos dejó el otro día.

-Que haya pasado toda una vida entre los chimpancés salvajes, ¿le hizo fijarse en ella?

-Sí. De niña me encantaba el libro de Tarzán. Goodall siempre bromea diciendo que habría preferido que Tarzán se casase con la otra Jane, con ella. [Risas]

-¿Qué tuvo que hacer para ganarse el encuentro con Goodall?

-Simplemente tuve que responder un test sobre ella. Luego entrabas en un sorteo.

-¿Cómo fue conocerla?

-A los ganadores del concurso nos dijeron: «Preguntadle lo que queráis».

-Y usted se lanzó.

-Bueno, primero le pedí que me firmase su libro 55 años en Gombe. Me puso «For Diana. Follow your heart» [Para Diana. Sigue tu corazón] Jane Goodall es una persona muy espiritual. Te toca el alma.

-¿De qué hablaron luego?

-Le dije que la admiraba profundamente y le di las gracias por todo lo que ha conseguido por este mundo. Es triste que haya tanta gente que no sepa quién es. Después le pregunté qué país cree que está más comprometido con la sostenibilidad y el medio ambiente.

-Buena pregunta. ¿La respuesta?

-Me dijo que era una pregunta difícil porque, a día de hoy, las políticas medioambientales son muy cambiantes. Y como ella es británica, acabó tirando para casa. Dijo que, en su opinión, el Reino Unido es el más comprometido.

-Pero eso no fue todo.

-Me atreví a decirle que es una encantadora mona blanca. Jane Goodall siempre pensó que eso debía ser lo que sus chimpancés pensaban de ella: ¿quién será esta extraña mona blanca? Me dijo que por supuesto que la podía llamar así y las dos nos echamos a reír. Tengo una foto con ese momento. Luego me dijeron que cómo le había dicho eso, pero me pareció tan cercana que lo hice.

-Veo que ha sacado muchas lecciones vitales de ella.

-Sí. Sobre todo, el permanente respeto por los demás. En mi opinión, la peor enfermedad de este planeta es la ignorancia. Cuando se lo dije, ella añadió: «Y la codicia. Son las dos peores».

-Por cierto, para mantener esta conversación con la primatóloga más famosa del mundo, supongo que o se lo tradujeron o tiene usted un buen dominio del inglés.

-Me defiendo bien. Estoy preparando el Advance, de hecho.

-¿Decidió estudiar biología por ella? ¿A qué se dedica ahora?

-Siempre me gustó el tema, pero claro que eso influyó. Yo hice Biología Celular y Molecular en la Universidade da Coruña, pensé en opositar para Policía Nacional, pero surgió el posgrado en Acuicultura y me decanté por eso. Nos habían prometido una salida laboral garantizada. Sin embargo, en medio llegó la crisis y eso quedó en nada. He trabajado en la Casa de los Peces y ahora doy clases particulares. En julio me marcho a Alemania.

-¡Otro talento que se nos va!

-Sí, a ver si me reciclo, aprendo el idioma y me sale un trabajo.

«En el año 2009 me colé en el Palacio de la Ópera para verla»

En la actualidad reside en A Coruña, pero la bióloga Diana Posse se crio en Baio (Zas), localidad donde residió hasta los 18 años.

«Mi abuelo trabajaba en la antigua Cámara Agraria de Zas. Y mi madre también. Por eso vivimos en Baio todos esos años. Además, la catedrática de Medicina Legal de la USC María Victoria Lareu Huidobro es prima hermana de mi madre. Es una eminencia».

-De Baio también es el científico Jorge Mira, otra eminencia. Él logró traer a Stephen Hawking a Galicia. ¿Le gustaría emularlo trayendo a Jane Goodall?

-Lo cierto es que ella ya estuvo en A Coruña hace unos años. Tengo que reconocer que me colé en el Palacio de la Ópera para verla. Fue gracias a una azafata que conocíamos yo y un amigo.

-¡Quién le iba a decir que años después estaría con ella en persona! ¿Se plantea ir a África?

-Sí. Tengo que ahorrar 3.000 euros y marcharme a Kenia. Seguro que es el viaje de mi vida.

-Intuyo que su animal favorito es el chimpancé. ¿O no?

-Para mí los chimpancés son cuasi humanos. Solo diferimos en un 1 %. Hasta podemos intercambiar sangre con ellos, pero reconozco que yo tengo un vínculo especial con los delfines. Tengo uno tatuado en la pierna.

-Trabajó en la Casa de los Peces, los delfines... A usted le tira lo acuático.

-Bueno, mi padre es marino mercante, admirador de Jacques Cousteau y un loco de la pesca submarina. Yo también soy un poco pez, hice el curso de buceo deportivo. Y mi madre es una loca de los animales. Les agradezco que siempre me inculcaron eso.

-¿El amor por los animales?

-Sí, en Baio tenía un minizoo. Llegué a tener cobayas, hámsteres, una tortuga, periquitos, peces, perros... Adoptamos una cotorra tuerta porque se querían deshacer de ella. Éramos como un sitio de acogida. Ahora tengo un gato persa himalayo.