Rayos del Chuac, el primer servicio de España acreditado contra los riesgos

r. d. A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Marcos Míguez< / strong>

El equipo ha implantado un sistema para reducir las radiaciones por la seguridad del paciente

26 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El servicio de Radiodiagnóstico del Complexo Hospitalario Universitario A Coruña celebró ayer la obtención del certificado por su sistema de prevención de riesgos para la seguridad del paciente. El sello de calidad, avalado por Aenor, sitúa al equipo de Rayos coruñés como el primero de toda España que se adecúa a la norma UNE 179003 para rebajar el impacto de las pruebas en los enfermos, según subrayó el gerente de la Xerencia de Xestión Integrada de A Coruña, Francisco Vilanova.

José Manuel Castro, jefe de un servicio que al año lleva a cabo más de 400.000 pruebas en el Hospital A Coruña, el materno Teresa Herrera, el Abente y Lago y el Hospital de Cee, explicó que «trabajamos con radiaciones ionizantes, y ese es el riesgo principal», de ahí que hace dos años iniciaran el trabajo ahora culminado para identificar dónde se encuentran los puntos de mayor peligro y situar barreras o sistemas de control. Entre ellos «realizar los estudios con menor dosis posibles manteniendo la calidad del diagnóstico y practicar los que realmente están justificados o buscar pruebas alternativas», señaló el especialista.

Para ello, se recogieron indicadores para analizar los porcentajes de dosis de radiación y ajustar los protocolos, y se trabajó en la identificación de pacientes para evitar desde confusiones a, por ejemplo, someter a alérgicos y embarazadas a riesgos o evitar complicaciones o reacciones adversas a los contrastes.

El 20 % de los TAC se redirigen a pruebas menos agresivas

La legislación europea obligará a partir del 2018 a que cada paciente tenga un historial que registre las dosis de radiación que va recibiendo a lo largo de su vida. Por ahora, no existe ese sistema de control, pero los estudios científicos apuntan a que hasta un 30 % de las pruebas radiológicas «no tienen justificación clínica», explica el doctor Castro.

Desde la puesta en marcha del proceso de implantación de la normativa de riesgos, el equipo coruñés valora cada petición para tratar de evitar repeticiones -y por tanto radiación- e incluso en la medida de lo posible buscar alternativas. «A menudo, si vemos que la información que podemos obtener es similar, sustituimos un TAC, que es la prueba con mayor radiación, por una resonancia o una eco», señala. Hasta ahora, han constatado que del orden del 20 % de las peticiones se redirigen, explicando antes las razones tanto al médico solicitante como al paciente. Para situar la reducción, aporta un dato: un escáner expone a tanta radiación como mil radiografías y el disparo de una simple placa de tórax emite tanta como la que recibimos de forma natural en tres días.