La calle Barcelona recupera la sonrisa y deja de ser «el Bronx»

Noelia Silvosa
Noelia silvosa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

La desactivación del tridente formado por los bares King, Flash y Balsa devuelve la tranquilidad a un barrio que respira

27 abr 2016 . Actualizado a las 11:17 h.

«Muerto el perro, se acabó la rabia». Así define Paloma, vendedora de la zapatería Tojeiro, el estado de tranquilidad que domina la calle Barcelona tras el cierre del bar King. Ella era una de las grandes perjudicadas por la reunión diaria de toxicómanos que invadían su escaparate, y que en alguna ocasión la obligaron incluso a llamar a la policía. Pero todo eso ya pasó. «Es que ni queremos acordarnos», apunta. No es para menos.

Apuñalamientos, muertes y hasta la caída de una mujer desde un tercer piso son solo algunos de los episodios que han tenido que vivir los vecinos de los primeros números de la calle Barcelona y alrededores, desde el final de la avenida Finisterre hasta la confluencia con la ronda de Outeiro.

Y es que es allí donde se encontraban los otros dos puntales de un tridente que atemorizó a más de uno durante años. El pub Flash y el bar Balsa eran territorio comanche. El primero ya ha cerrado y tiene colgado el cartel de «Se alquila», mientras que el segundo ha cambiado de dueño y ha sido objeto de una reforma que va mucho más allá del propio ambiente del local. Jose, su propietario actual, luchó contra una clientela que no quería para su cafetería: «Estuve los seis primeros meses con un empleado a modo de gorila en la puerta, porque había ocho clientes que me traían a otros ochenta y ocho con los que había problemas y trapicheos». Después de mucho pelear, es indudable que el esfuerzo ha dado sus frutos y que hoy en la Cafetería Coruña -ese es su nombre actual- no queda rastro del antiguo Balsa.

Los comerciantes, encantados

José Manuel Castro, presidente del Centro Comercial Urbano Agra Barcelona, no disimula su satisfacción por el cambio que ha pegado el ambiente del barrio. Lo suyo les costó. «Registramos casi 6.000 firmas en su momento, y a partir de aquello cerró el King y esto empezó a mejorar», explica el representante, que apunta más factores que contribuyen a la tranquilidad de un área que ya sufrió bastante: «Han mejorado la iluminación en la calle Barcelona, se han puesto semáforos los cruces y están muy limpias las calles», asegura. La mejora de la plaza de As Conchiñas y la construcción del párking también han dinamizado la zona, «la más poblada de toda la ciudad con más de treinta mil habitantes», indica Castro. ¿Dónde se han metido entonces los toxicómanos? Hay grupos en las calles Tornos y Antonio Carballo, pero nada que ver con lo que había. Por el momento, no hay que lamentar mayores problemas.

1Una peluquería es lo que ocupa ahora el bajo que albergaba el bar King, en el que se reunían toxicómanos que invadían la calle Barcelona e incluso se quedaban a dormir en los pisos superiores, del mismo propietario. Una mujer murió al precipitarse desde el tercero y se producían continuos sucesos. FOTOS: ANDRÉS lemos

2El Flash era otro de los vértices del triángulo. El pub cerró hace más de un año y, en la actualidad, sigue con la verja echada y el cartel de «Se alquila». Los hosteleros de los alrededores celebran la calma, puesto que ya no tienen que recibir a la clientela que lo abandonaba.

3Ya no queda nada del antiguo Balsa, que ha cambiado de dueño y de nombre. El propietario de la nueva cafetería Coruña se ha afanado en limpiar el ambiente, en el que antes predominaban los follones y el trapicheo. Aire fresco para la zona.

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