El Citeec analiza la contaminación que llega a los ríos a través del alcantarillado

Ana Lorenzo Fernández
ANA LORENZO A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Estudiantes de doctorado y profesores que realizan la investigación .
Estudiantes de doctorado y profesores que realizan la investigación .

Un laboratorio reproduce la suciedad acumulada en una calle y que arrastra la lluvia

24 abr 2016 . Actualizado a las 23:20 h.

El polvo, la contaminación y gran parte de la suciedad que se acumula en las calles de las ciudades se limpia la mayoría de las veces con el agua de la lluvia, que conduce todos estos residuos a las alcantarillas, y de ahí desembocarán finalmente en los distintos ríos y mares. Para controlar todo este proceso y promover métodos de depuración que mejoren la canalización de estos ciclos pluviales, el Grupo de Enxeñaría da Auga e do Medio Ambiente (Geama) de la Universidade da Coruña trabaja en una línea de investigación para el desarrollo de un modelo de drenaje urbano sostenible.

Para realizar las distintas mediciones y pruebas disponen de un laboratorio en el Centro de Innovación Tecnolóxica en Edificación e Enxeñaría Civil (Citeec), en el que han levantado una calle a escala real, con su correspondiente acera, sistema de lluvia, alcantarillas e incluso suciedad, que se recoge previamente de un tramo urbano para que los experimentos se ajusten fielmente a la realidad. Jerónimo Puertas, Joaquín Suárez y José Anta son los tres profesores que llevan a cabo esta investigación con la colaboración de los estudiantes de doctorado Manuel Regueiro, Juan Naves y Zurab Jikia. «Nosotros estudiamos el nivel de contaminación de las aguas pluviales de una ciudad con tráfico, deposiciones de animales y demás, y que se limpia normalmente con la lluvia. Y esa agua que parecería que está limpia, realmente no lo está y eso no se puede echar a los ríos porque genera contaminación», apunta Puertas, que explica que el objetivo de su estudio es conocer el nivel de contaminación y ver los tipos de tratamientos para esas aguas, que son distintos de los de las aguas residuales, ya que las primeras tienen más metales pesados y más hidrocarburos de los coches. Limpiar con asiduidad las calles y tuberías evitaría esta situación, pero la mayoría de las veces este saneamiento no se lleva a la práctica, por lo que la solución pasa por estudiar la colocación de distintos filtros en función de las necesidades de cada caso.

Ecuaciones específicas

A través de las pruebas que se realizan en este laboratorio se pretende desarrollar un modelo de cálculo que permita, en función de la lluvia, evaluar los caudales y asociarlos al nivel de contaminación. «Cuando terminemos tendremos una idea precisa del cuál es el nivel de contaminación, que más o menos ya nos imaginamos, y que es relativamente alto», destaca Puertas. El profesor José Anta precisa que lo que se busca es «encontrar la ecuación específica que mejor reproduce cómo se va a movilizar esa cantidad de contaminación que está en la superficie, o cómo se va a mover por las tuberías», afirmó.

Paralelamente, también será interesante diseñar los sistemas de saneamiento para que sean capaces de llevarse la contaminación, que no se quede acumulada. «Una cosa importante y mala es que cuando llueve poquito, la capacidad de arrastre en la tubería es pequeña, y todo eso se va llenando de contaminación, y llega un momento que llega una lluvia potente que la arrastra de golpe y es un pelotazo que va al mar o al río. Si diseñamos sistemas que autolimpian, eso se evitaría», reconoce Puertas, que también recuerda que este grupo está trabajando en el diseño de tuberías ovoides, cuya parte de abajo es más estrecha, lo que permite que el agua vaya más rápido y se lave sola.

Precisamente, Galicia es una comunidad con un nivel de precipitaciones muy alto, y aunque parecería que esta situación favorecería a que hubiese menos contaminación, lo cierto es que ocurre justo lo contrario. «Aquí llueve mucho y con cierta regularidad, y los residuos se van acumulando. Al cabo de una semana vuelve a llover, y luego otra vez... En Galicia son muchos episodios al año, cuando a lo mejor en Murcia solo son diez. Desde el punto de vista de las inundaciones, es mejor vivir aquí que en Murcia, pero desde el punto de vista de la contaminación, no está tan claro», destacó Puertas.