«Somos impedidos, tenemos el dinero y no nos dejan instalar un ascensor»

Emiliano Mouzo A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Laura Álvarez subiendo las escaleras de su portal
Laura Álvarez subiendo las escaleras de su portal e.m.

Residentes en el 408 de la ronda de Outeiro llevan once meses esperando la licencia para montar un elevador

14 abr 2016 . Actualizado a las 05:49 h.

Son diez vecinos. Viven en el número 408 de la ronda de Outeiros, casi frente a la entrada principal del centro comercial Los Rosales. «El 90 % de los vecinos somos octogenarios y con discapacidades físicas graves», manifestó Laura Álvarez Álvarez, una de las vecinas del inmueble. «Y el Ayuntamiento no nos deja instalar un ascensor en el edificio», subrayó.

Laura, que se acaba de operar de una pierna, tuvo que pasar su convalecencia en casa de una hija y de una nuera y ahora le cuesta bajar a la calle. «Pero más grave es lo del vecino del quinto, que solo se puede mover con una silla de ruedas. Le concedieron una plaza en una residencia de día, pero como no puede bajar a la calle porque no lo pueden recoger, continúa encarcelado en su casa», contó Laura.

No piden subvenciones: «Tenemos el dinero ahorrado para que nos instalen el ascensor», contó la mujer. Reconoce que le llevó cinco años, «incluso siendo yo presidenta de la comunidad, lograr la documentación. Ahora el gobierno de María Pita, con todo en regla, nos pone trabas para poder ser felices y poder salir a la calle como cualquier ciudadano».

¿Cuál es el motivo para que el número 408 de la ronda de Outeiro no tenga ascensor? Desde el Ayuntamiento les dicen «que el edificio no reúne las condiciones de accesibilidad porque desde el portal y hasta el rellano de las escaleras tenemos cinco escalones», dice la mujer, que lleva la representación del litigio.

«Nos dicen que tenemos que montar un salvaescaleras, pero es que no es así. Los técnicos municipales parece que desconocen la ley, ya que hasta el año 2017 no es obligatorio, tanto por la normativa europea como por la estatal, montar este equipo. Además, celebramos una reunión en cuya acta se acuerda y se firma que sí se va a instalar», dijo la mujer. Se quejó incluso «de que se ponga en entredicho los acuerdos de nuestras reuniones».

Los vecinos del inmueble se quejan de la trabas burocráticas y del trato recibido

Los vecinos del número 408 de la ronda de Outeiro presentaron toda la documentación que les exigió el gobierno municipal, señaló Laura Álvarez. Desde María Pita les contestaron que el expediente no cumplía la norma «por los cinco escalones que separan el portal de la zona donde se habilitaría el ascensor», apunta.

Solicitaron una reunión con Xiao Varela, conejal de Rexeneración Urbana, «pero nos envió a un asesor», se queja. Añade la vecina que los representantes de los vecinos y los propios residentes llevaron toda la documentación, «incluso los documentos de minusvalía de la gente que vivimos en el edificio».

«A ese ayudante le explicamos que no era necesario montar el salvaescaleras porque así lo recogen las leyes europeas y nacionales. Él alabó nuestros conocimientos en derecho, pero nos dijo: ?O técnico son eu e xa está?, saltándose a la torera la normativa sobre la habilitación de elementos que eliminen las barreras arquitectónicas de la ciudad», indica Laura Álvarez.

Aunque este caso tiene que ver con la tramitación de la licencia de la obra de colocación del elevador y no con las ayudas, la polémica de la instalación de ascensores reapareció en el último pleno. La concejala socialista Mar Barcón reprochó al alcalde que hubiese firmado un decreto por el que se desvió una cantidad de algo más de un millón de euros del programa de subvención a la instalación de ascensores a otros fines.