Ganar la batalla contra los baches exigiría 4 millones más cada año

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Asfalto en mal estado en la rotonda de Casablanca.
Asfalto en mal estado en la rotonda de Casablanca. Paco Rodríguez< / span>

Un informe municipal estima que sería preciso multiplicar por cinco el gasto actual

11 feb 2016 . Actualizado a las 17:05 h.

El Ayuntamiento tendría que multiplicar por cinco el gasto en mantenimiento viario para garantizar el perfecto estado de las calles de la ciudad. Así lo dice un informe realizado por técnicos municipales a finales del anterior mandato para el área de Urbanismo e Infraestructuras. Según ese análisis, la inversión anual para cubrir las «necesidades de reposición de firmes de forma ordinaria» asciende a unos cinco millones de euros anuales. Durante los últimos ejercicios se presupuestó algo más de un millón de euros, y el actual gobierno prevé mantener esa cantidad.

Claro que hay más partidas que influyen en el estado de los espacios públicos de la ciudad. Los nuevos proyectos de urbanización también suponen la mejora del firme de las calles.

Esas partidas superaron el año pasado los diez millones de euros: 9,2 para nuevas obras de urbanización y 965.000 para reposición en obras de urbanización.

En el borrador de presupuesto que maneja el actual gobierno de la Marea ambas partidas se reducen a menos de la mitad. La primera pasa a 4,3 millones y la segunda a 340.000 euros.

Esos cambios fueron criticados por el PSOE antes de que se interrumpiesen las negociaciones sobre las cuentas. Los socialistas entienden que sería preciso hacer un esfuerzo en las obras públicas para promover la actividad económica, por lo que subrayaron que no apoyan las bajadas.

A pesar de que según el informe municipal sería preciso invertir de forma específica cinco veces más en mantenimiento de viales, el estado de la red de calles ofrece algunos puntos positivos. Por ejemplo, según los datos que maneja el Ayuntamiento solo el 1 % de las vías están en un estado «pésimo» y en el 7 % de los casos es «malo». Pero la mayoría de las calles no están bien. El grueso, un 47 % presenta un mantenimiento «regular».

A principios del 2011 las calles en buen estado eran solo el 30 %, mientras que las que presentaban un mantenimiento «malo» o regular eran el 11 % y el 58 %.

Peor fuera del centro

Esos porcentajes han mejorado, pero sigue habiendo deficiencias y las peores aparecen en las zonas alejadas del centro, donde se hace un esfuerzo de mantenimiento menor. Ayer mismo un vecino de la Zapateira denunció el mal estado de la calle O?Carón 2, en la Zapateira, donde hay unos socavones frente a la parada de la línea 24 que «dentro de poco impedirán circular al bus».

Claro que también hay problemas en las calles del centro. Vías muy utilizadas como Ramón y Cajal presentan grietas, baches y otras irregularidades. Además no solo los baches son un peligro, el verdín crece en algunos puntos como las conexiones con el subterráneo de los Castros donde ya se lo ha vinculado con algunos de los choques ocurridos en la entrada a la urbe por el Pasaje.

«Circular por la ciudad en coche es un suplicio y en moto una quimera»

Las reacciones de los lectores a través de las redes sociales y la página web de La Voz muestran la preocupación que la abundancia de baches en la ciudad despierta entre los vecinos, que aseguran estar «hartos» de vivir en una ciudad «rota». Aquellos que tienen que atravesar la ciudad en sus vehículos diariamente, sobre todo en moto, describen la experiencia: «En coche es un suplicio, en moto una quimera. Muchas líneas longitudinales de las partes hormigonadas se convierten en una especie de vías ferroviarias de las que es difícil escapar, tapas de registro hundidas, respiraderos de subterráneos deslizantes y ya no hablemos de la pintura de las marcas del suelo que no sabes si es peor que existan o no. En el coche un lado se equilibra con el otro, en la moto no hay posibilidad de escape», asegura un lector.

Entre los que dejaron sus opiniones abundan los que califican lo de los baches como un problema «que viene de lejos»: «Sé de agujeros que llevan lustros, si no décadas, sin arreglar». Y hay quien anima a denunciarlo ante el Ayuntamiento: «Hay una oficina para presentar estas reclamaciones. No es que vayan a hacer caso al momento, pero hay que hacerlo», anima una lectora.

Las quejas plasmadas en la web se extienden más allá de los baches propiamente dichos y se refieren a las vías del tranvía -«Voy en moto todos los días y es un verdadero peligro. O lo arreglan o mejor que lo quiten»- o la pintura de los carriles de Alfonso Molina, «que de noche y con lluvia son intuitivos», asegura otro lector.