«Si sabes viajar gastas incluso menos dinero que quedándote en casa»

«Nunca he hecho planes en mi vida. En ciertos aspectos siempre he sido algo errático». Así se define Carlos Olmo, coruñés de Cuatro Caminos que hace quince años decidió cambiar de vida, dejar el puesto de directivo que tenía en una multinacional de las telecomunicaciones y dedicarse a viajar. Y vivir de ello. En este tiempo ha recorrido 75 países y lo ha ido contando minuciosamente en su blog, Vagamundos. Este decimoquinto aniversario lo celebrará del único modo que sabe, viajando. Porque la aventura continúa mientras quede algún destino por visitar.

-¿Cuando decide dejarlo todo y emprender este viaje sin fin?

-Un buen día, en el año 2000, en el puente aéreo entre Madrid y Barcelona, esperando al vuelo con un retraso terrible, me dije que no quería seguir con esa vida. Así que media hora después, en pleno vuelo, le presenté a mi jefe, que iba conmigo, mi dimisión. Tenía cuarenta años, pero no tenía hipoteca ni hijos, así que la decisión me afectaba solo a mí. En ese momento tenía algo de dinero ahorrado. Me planteé qué era lo que me gustaba, que era viajar, escribir, la fotografía y la informática. Y cuando metí esos elementos en una coctelera salió un blog, en una época en que esta palabra ni se usaba. Era algo muy primitivo. Las herramientas eran muy artesanales, ni siquiera existían las redes sociales.

-¿Se ha arrepentido en algún momento de esa decisión?

-Nunca había durado en un mismo trabajo más de tres años. Siempre terminaba cambiando. Hasta ahora, que llevo quince años con esto. Así que este es sin duda el trabajo de mi vida. Eso sí, tuve que inventármelo yo, nadie me contrató. No quería caer en la trampa de coger mis aficiones y convertirlas en una empresa, porque si no iba bien terminaría odiándolas.

-¿Cómo consigue vivir de viajar?

-Hace quince años era más fácil que ahora. Si no fui el primero que logró vivir de ello en España, sí fui de los primeros. Busqué patrocinadores, y ahí me ayudó mucho la agenda de contactos que tenía de mis trabajos anteriores. Tuve que cambiar de estilo de vida. Pasé de tener un Audi 6 a no tener coche, de llevar una vida acorde al salario que tenía a que acudir a un restaurante sea algo muy especial. De viajar en primera clase a volar lo más low cost que te puedas imaginar. Un cambio que hizo que no necesitase mucho dinero para vivir.

-¿Se puede viajar sin dinero?

-Si sabes viajar, gastas incluso menos que estando en casa. En seis meses en la India, haciendo 30.000 kilómetros en transporte público, la media de gasto fue de diez euros por día. Soy el único mileurista de España que está feliz de serlo. La cuestión económica tiende a nublarnos la vista y no debería ser una prioridad en nuestra vida. Necesitamos mucho menos de lo que pensamos.

-¿Cómo son sus viajes?

-Antes solía hacer viajes de seis meses, saliendo al comenzar el nuevo año y regresando para pasar aquí la fiesta de San Juan con todos mis amigos. Muy coruñés. Ahora son algo más cortos, porque el desgaste es grande. Ten en cuenta que yo viajo de mochilero. Ni Visa Oro ni hoteles de cinco estrellas ni clase Business.

-Mochilero por convicción.

-Es la manera que más me gusta para descubrir realmente los destinos. Y también está la cuestión económica, claro. Intento llevar una vida austera y sostenible.

-¿Cómo planea sus destinos?

-Día a día. Solo me pongo la fecha límite del San Juan. Dispongo de lo más valioso, que es el tiempo. Quien tiene solo unas semanas de vacaciones no se puede permitir este lujo de viajar sin tenerlo todo planeado, porque te puede pasar como me pasó en China, que me quedé atrapado en una ciudad un par de días durante sus fiestas de año nuevo. Eso te puede arruinar las vacaciones, pero a mí me da igual perder unos días.

«Mi objetivo no es visitar todos los países, sino vivir experiencias»

-¿Cuál es el viaje del que guarda mejor recuerdo?

-Hay varios. Antártida es increíble, se sale de todo lo que conoces y sorprende que a estas alturas todavía no lo hayamos estropeado. Las Galápagos, el mejor lugar del mundo para fotografiar animales. En vez de un zoom necesitas un gran angular. O la India, un país que, para bien o para mal, no te deja indiferente.

-¿Y alguna mala experiencia?

-Solo he tenido un accidente en todos estos años, una caída en Chile en la que me rompí el hombro, y tuve que interrumpir el viaje. En cuanto a robos, solo me han robado en dos ocasiones, pero fue en A Coruña y en Madrid. El mundo no es tan peligroso como desgraciadamente la gente piensa. Eso sí, hay que tener una serie de cautelas. Por ejemplo, yo no llevo reloj, mi cámara es muy discreta... Y algo curioso es que cuanto más pobre es el país, más seguro me suelo sentir.

-¿En cuantos países ha estado?

-Desde que creé Vagamundos, unos 75 países, pero a lo largo de mi vida, supongo que más de cien. Pero el objetivo no es visitar todos los países del mundo, no tengo interés en coleccionarlos, solo quiero vivir experiencias.

-Siempre habla de destinos exóticos. ¿Europa no le atrae?

-Iré cuando mi cuerpo no me permita meterme en la jungla. Cuando me jubile, si es que esto tiene jubilación, ya iré a esos destinos. Dejo lo fácil para el final.

-¿No ha puesto fecha al fin de este viaje interminable?

-Espero que el día de la jubilación definitiva me pille por el mundo adelante. Ya se lo he dicho a mi familia, donde me quede, que me dejen.

-¿La familia qué opina?

-Que estoy loco. Tengo pareja, pero me conoció gracias a la página web, así que ya sabía lo que había.

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