Parece indudable la importante labor realizada por el gobierno socialista en A Coruña en servicios sociales, cultura y educación.
En educación era objetivo prioritario elevar la calidad y permitir a los alumnos de la enseñanza pública disponer de medios similares a los de la privada. Por eso se construyeron escuelas infantiles municipales y se llevaron a cabo múltiples programas que lograron el reconocimiento de A Coruña como modelo de Ciudad Educadora. Personalmente estoy muy orgulloso de la labor del Servicio Municipal de Educación en su conjunto, pero si tuviera que elegir un solo programa, sería Aprender en USA. Fue difícil animar a centros y alumnos a participar, hasta el punto que los dos primeros años sobraron plazas, pero después la demanda fue muy superior a la oferta.
Ya en el baremo de elección de candidatos quedaba claro que el programa se dirigía fundamentalmente a los que sin él no podrían permitirse un curso de bachillerato en EE. UU., aprendiendo inglés y formándose mediante estudios y experiencias. Fueron casi 450 coruñeses los que se beneficiaron de este programa. Todos vivían en casas particulares y al referirse a estas familias de acogida, los jóvenes hablaban, y aún hablan, de «mi madre, mi padre, mis hermanos». La empresa que gestionaba el programa conocía en todo momento la situación personal y educativa de cada chico y, por contrato, un representante de la firma y otro del Ayuntamiento visitaban a los jóvenes, evaluando familias y centros.
El éxito cuantitativa y cualitativamente fue tal que muchos de los participantes en este programa, del que volvían hablando en inglés, afirman que les ha sido más beneficioso para su formación y para obtener trabajo que la posterior carrera universitaria.
Es lamentable que el actual gobierno municipal no haya querido, o no haya sabido, sacar adelante el programa Aprender en USA en ninguna de las dos ocasiones en las que ha convocado el concurso, rompiéndose, después de diez años, una actividad modélica que fue imitada posteriormente por diferentes instituciones. El sustituir nueve meses de estancia de 40 personas en Estados Unidos por programas de cuatro semanas en diferentes ciudades europeas es cambiar la apuesta formativa en profundidad por unas vacaciones pagadas.
Lamento la complicidad, o al menos la falta de acción drástica, del grupo municipal socialista ante un atentado a uno de los ejes programáticos de nuestra labor educativa en el Ayuntamiento de A Coruña.