«La Marea juega al buenismo en los desahucios sin conocer la situación»

En A Coruña se produce un desahucio al día. Algunas de las notificaciones de estos las lleva a cabo Ángel Garmendia, uno de los funcionarios del Servicio Común de Actos de Comunicación y Ejecución (Scace) de los juzgado de A Coruña. La estadística oculta un dato importante. «Hay casos que no derivan en lanzamientos porque el demandado entrega las llaves voluntariamente antes de llegar a ese punto. Eso doblaría los números», explica.

-En el 2013 el PP estableció un protocolo entre los juzgados y el Ayuntamiento para desahucios. ¿Ha dado sus frutos?

-Creo que se quedó cojo. Falta fluidez entre los servicios sociales y los juzgados. Debería haber técnicos judiciales que detectasen el problema antes. De todos modos, mucho mejor su existencia que la no existencia porque este protocolo, con sus fallos, sí detuvo desahucios. Yo calculo que un 40 % de los casos.

-El gobierno local habla de revisarlo. ¿Hubo algún contacto?

-Que yo tenga conocimiento, no. Es necesario porque es un problema presente y que va a seguir. Una cosa son las declaraciones de intenciones y otra, la acción directa. La Marea debería asumir la responsabilidad de esas declaraciones que hace, cogiendo el toro por los cuernos. Yo pienso que en los desahucios juega al voluntarismo y al buenismo de plantear soluciones sin conocer la situación. Hay buena voluntad, pero también un desconocimiento profundo de la situación real.

-¿Cómo es esa situación?

-Muy grave. Afecta a muchísimas personas. No solo los desahucios en sí, sino los problemas de liquidez que los generan. Hay muchas personas en esta ciudad en situación de muerte civil, embargadas de por vida. Eso se mantendrá durante años. No lo va a poder paliar el gobierno de la Marea, sino la Ley de Segunda Oportunidad del Parlamento español. Muchas veces nos quedamos en declaraciones de intenciones, pero tenemos que decirle a la gente la verdad y hasta dónde somos capaces de llegar.

-¿Qué medidas se deberían adoptar en su opinión?

-Trabajar directamente en la posibilidad de tener un banco de viviendas sociales. Eso se ha planteado con entidades financieras. Detectar problemas. Asesoramiento jurídico a afectados. Adquirir viviendas para poder alquilarlas, como ocurre en Inglaterra. Yo hablo, fundamentalmente, de una política preventiva.

«Stop Desahucios ahora actúa menos, existiendo los mismos casos. Da que pensar»

Garmendia se ha encontrado con la oposición de activistas anti desahucios muchas veces. Desde la primavera ha cambiado: «Percibo menos intensidad en sus intervenciones», dice.

-¿Lo relaciona con el cambio de gobierno?

-A lo mejor no es así, pero desde la irrupción del nuevo gobierno municipal la actuación se nota. Ahora Stop Desahucios actúa mucho menos, existiendo los mismos casos. Me parece que, por lo menos, da que pensar.

-Dijo el alcalde que si hay desahucios «están as concellerías para impedilos». ¿Qué piensa?

-Ellos son representantes públicos elegidos por los ciudadanos. Y en España existe un ordenamiento jurídico que hay que respetar. Hay que estar al lado de la gente que sufre, pero cumpliendo la ley. Si no, tampoco podemos pedir que se cumpla la sentencia del Conde de Fenosa.

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