Numerosos comentarios sobre el color de las camisetas de la Carrera de la Mujer y la subida del precio de las inscripciones para las carreras populares llegaron a través de la web de La Voz y de las distintas redes sociales, así como al programa Voces de A Coruña de Radio Voz. El tono general de estos, en un principio, rozaba la incredulidad -«Espero que la concejala de Igualdade salga a negar la noticia. Entiendo que el Ayuntamiento tenga una función educacional, pero de ahí a que la celebración de un evento que reúne 6.000 mujeres este condicionada al color de una camiseta rosa o a la entrega de unos productos de cosmética son ganas de darle que hablar al pregonero», aseguraba un lector en la web-, para terminar insistiendo en la incapacidad de un color para ser por sí mismo un símbolo sexista: «Solo el símbolo de la lucha contra el cáncer de mama, el lazo rosa, por eso vamos todas con ese color. Lo que pasa es que somos la marea rosa y ellos quieren ser la única marea», aclaraba en tono jocoso una oyente de Radio Voz.
Las dudas sobre la posible carga sexista de la carrera se suscitaban por parámetros alejados del color de la camiseta: «Lo que sí que es sexista es que no puedan participar hombres, aunque sea con camiseta rosa. ¿No debería haber una participación igualitaria?», preguntaba un oyente, mientras otra clamaba por objetivos más elevados en favor de la igualdad: «Que se preocupen de igualar los sueldos y los derechos de hombres y mujeres y se dejen de nimiedades. Y lo digo vestida de rosa, apuntada a la carrera y en un mundo de hombres».
También los regalos de ediciones anteriores fueron objeto de polémica. Hubo quien aportó lógica a que se incluyese la revista Hola en el paquete como un obsequio más, mientras otras opiniones hablaban de un exceso de merchandising que, por otro lado, tampoco encontraron ofensivo: «En la bolsa del año pasado había una manzana, dos botellas de distintas bebidas, leche de avellana, productos energéticos, una muestra de un champú, una muñequera de Oysho (rosa), una muestra de crema protectora del sol, una pomada para dolores musculares y la revista Hola. Simplemente me pareció excesivo, pero no sexista», apuntaba una participante.