El pequeño comercio ve sus primeros brotes verdes

Javier Becerra
Javier Becerra A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Aún lejos de lo deseado, calles como San Andrés, Real o Barcelona experimentan desde el 2014 un pequeño repunte

05 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Todos los comerciantes coinciden: las cosas en el 2015 están mejor que en el 2010, pero mucho peor que en el 2005. Ese es el resumen de la percepción que tras el mostrador tienen muchos pequeños autónomos con negocio de la ciudad. La mejoría se ha experimentado desde el pasado verano y en Navidad se notó ese ligero incremento en la recaudación. Todo ello ha sido constatado con la apertura de nuevos locales que ganan a los cierres. El dilema ahora es si seguirá la tendencia.

En una de las calles que en los últimos tiempos había caído en desgracia, San Andrés, se vive un cierto renacimiento. Especialmente concentrado en el tramo semipeatonal que va desde la iglesia Castrense, el florecer de nuevos establecimientos es constante. Con alquileres entre 800 y 1.800 euros muchos se han lanzado a inaugurar establecimientos alternativos. Tiendas de productos biológicos, librerías especializadas en niños o locales de hostelería con halo cultural son algunos de ellos. A su lado, algunos clásicos como la sombrerería Dandy o la mercería La Marola han tenido que cerrar sus puertas.

Cerca, en la calle Real y Riego de Agua, también se experimenta esa pequeña mejoría. Quedan aún bajos con letreros de se alquila, pero la reducción de los alquileres ha animado a la apertura de negocios inimaginables hace unos años. Desde una heladería a una tienda de alimentación, pasando por una bollería en un vial que se disputaban las multinacionales. Son otros tiempos los actuales, a los que no queda más remedio que adaptarse.

Por último, en la calle Barcelona también se registra movimiento. Hubo clausuras motivadas por las rentas antiguas, pero el arranque del vial mantiene una buena salud que va menguando en cuando se avanza a la zona de las galerías. La media de los alquileres es de 1.000 euros.

Difícil, pero con posibilidades

Xa non se pechan tantas portas no comercio de proximidade como antes. Iso é unha boa noticia, aínda que non definitiva. Falta moito camiño por percorrer, especialmente nunha cidade como esta que, nese sentido, é sitio distinto. Aquí hai proporcionalmente máis grandes superficies comerciais que en calquera outro lugar de España, polo que o reponte é máis complicado. Á marxe, está a crise, que foi especialmente dura nese sector. E tamén as rendas antigas, que ao asomar a seu final obrigaron a negociar moitos comerciantes fixando condicións que moitas veces resultan inasumibles.

Dito isto, hai sitio para a esperanza. Para iso hai que partir da base que o comercio é tan social como o veciño e que un barrio sen comercio perde a vida. Necesítase a implicación directa do Concello no seu impulso, creando unha bolsa de alugueres e coordinando as políticas de promoción comercial coas turísticas, culturais e festivas. Tamén entender que unha cidade compra paseando. Aí é importante que os establecementos comerciais faciliten o aparcadoiro en párkings ou superficie, asumindo eles o custo. Algúns deses pasos xa os estamos a dar e o lóxico é que todos vaiamos da man para o ben dos nosos clientes. É o futuro de todos.

Adolfo López é o presidente de la Asociación Comercial e Empresarial Ciudad Antigua (Aceca)

La opción de la integración

Domingo Calvo Dopico es profesor en la Facultade de Economía e Empresa y Daniel Candal es doble grado en ADE e Dereito

En los últimos años se ha producido una pérdida progresiva de la cuota de mercado del comercio tradicional situado en los centros urbanos. Uno de los formatos que permitiría impulsar la revitalización del comercio tradicional en estas áreas urbanas son los denominados centros comerciales de área urbana (CCAU). Se trata de agrupaciones de comerciantes localizadas en los centros urbanos de nuestras ciudades que desarrollan y gestionan acciones conjuntas.

El surtido y el ocio serían dos ejes fundamentales sobre los que los CCAU desarrollarían su acción comercial. Adicionalmente, debido a la actual coyuntura económica, se hace necesario potenciar las promociones no solo en precios sino de servicios de valor añadido. Por último, el área comercial ha de gestionar la oferta por medio de una marca de calidad común e imagen unitaria.

Asimismo, es prioritario implantar una gestión conjunta del CCAU con un líder carismático e independiente que coordine a todos los agentes públicos y privados involucrados. Esta acción integral y coordinada de todos los miembros favorecería no solo el desarrollo urbano sino también la promoción del comercio tradicional del conjunto del área. Finalmente, la implantación de cuotas obligatorias evitaría el fenómeno de los free riders o comerciantes que pudieran beneficiarse de las acciones comerciales sin estar asociados.