Carlos Negreira asume el resultado y prepara su salida

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

CÉSAR QUIAN

La derrota del PP ante la Marea por cuatro votos y el veto de Pedro Sánchez a pactar cierran sus últimas vías a la alcaldía

26 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Las últimas y muy pequeñas esperanzas que todavía tenía el PP de conservar la alcaldía de A Coruña a través de un gobierno en minoría se evaporaron ayer, cuando la web del Ministerio del Interior confirmó que la Marea superó a los conservadores por 36.842 frente a 36.838 sufragios, una diferencia de solo cuatro votos que, a pesar de su pequeño tamaño y de que los resultados de 15 mesas están impugnados, confirma que el líder de la Marea, Xulio Ferreiro, será alcalde.

Antes de que se conociesen esos datos, por la mañana, Carlos Negreira compareció en el salón real de María Pita junto a las números 2 y 13 de su candidatura, Rosa Gallego y María Luisa Cid, para aclarar las dudas pendientes desde la noche electoral.

El todavía alcalde felicitó a los apoderados e interventores del PP, agradeció a los ciudadanos la tranquilidad de la jornada electoral y el apoyo de sus votantes. También evitó criticar a sus oponentes: «Estoy seguro de que los coruñeses han elegido bien y el nuevo gobierno sabrá abordar problemas de la ciudad». A continuación repitió el mensaje que ya lanzó de madrugada, cuando compareció ante la prensa visiblemente afectado por un resultado que admitió no esperar: «Está claro que los coruñeses han decidido que ningún partido tenga mayoría absoluta», «no hay ninguna fuerza que por si sola pueda gobernar», por lo que se abre «un escenario de acuerdos».

Negreira no negó la posibilidad de alcanzar un pacto. Ya en campaña anunció que estaba dispuesto a conversar con el PSOE y Ciudadanos, pero los primeros tienen prohibido negociar con los populares por orden de su líder nacional, Pedro Sánchez, y los segundos se han quedado fuera de la corporación municipal.

Además, la decisión del PP de dejar gobernar a la lista más votada, que ayer figuraba en los argumentarios enviados desde Madrid, también anuló cualquier posible pacto con el PSOE al anunciarse el recuento definitivo.

Así las cosas, la única baza de Negreira era que el PP siguiese siendo primera fuerza. Explicó que, según las actas de sus apoderados e interventores, su partido podría ser el más votado, con 54 sufragios por encima de la Marea, en el recuento definitivo para el que todavía faltaban «6.000 votos» por la mañana. Insistió, con razón como se demostró luego, que había que ser prudentes con esos datos, y explicó que si se diese esa situación, «gobernaría la lista más votada». En consecuencia Xulio Ferreiro necesitaría al PSOE para ser alcalde.

Aceptación y planes de salida

Esa era la única baza que le quedaba al PP para mantener el timón en María Pita, pero Negreira nunca pareció dispuesto a explotarla a fondo: «Son demasiados condicionales, pero tenemos un equipo con experiencia para afrontar los retos», contestó al ser preguntado sobre si veía a los suyos capaces de gobernar el Ayuntamiento si se daban todas las circunstancias citadas.

Pero a esas alturas, antes de que se conociesen los resultados del recuento definitivo, el líder de los conservadores ya había empezado a estudiar su salida de María Pita. Negreira asumió en la noche electoral que su partido «no alcanzó el objetivo que queríamos de renovar un apoyo mayoritario», y ayer por la mañana afirmó que «cuando me presento a unas elecciones me presento con todas sus consecuencias».

Es más, el líder del PP ya había anunciado en el 2011 que si no ganaba las elecciones dejaría María Pita y que este iba a ser su último mandato en el Ayuntamiento.

Lo más probable es que la salida se produzca antes de la investidura de la nueva corporación. No sería la primera vez que un regidor en funciones sigue el mismo camino tras unas elecciones. Así lo hizo el socialista Javier Losada después de los comicios del 2011, precisamente después de su derrota ante Negreira.

Durante los próximos días el todavía regidor, que es letrado de la Xunta en excedencia, analizará su futuro y el de sus personas de confianza dentro del PP. La continuidad de algunos miembros de la candidatura es una incógnita si finalmente pasan a la oposición, ya que estaban en la lista por un compromiso personal con él y podrían acompañarle si finalmente deja María Pita.

En última instancia, fuentes del PP admitían ya en la noche electoral que tendrán que reorganizarse para su nuevo papel en la oposición, una situación en la que todos admitieron que no esperaban estar y que afrontarán sin sus dos primeros espadas durante la última década: Carlos Negreira y Julio Flores, que lograron romper la hegemonía que el PSOE mantuvo 28 años.