Fast food ¡saludable!

María Vidal, Juan Capeáns, Begoña R. Sotelino

A CORUÑA CIUDAD

XOÁN A. SOLER

MENOS SALSAS Y MÁS PLANCHA Tener poco tiempo para comer no es excusa para no hacerlo bien. La fruta y la verdura se imponen en los locales de comida rápida para hacerle competencia a las hamburguesas.

19 abr 2015 . Actualizado a las 11:17 h.

Te comerías una hamburguesa con patatas o una ensalada con un zumito de frutas. Quizás por placer lo primero y por salud lo segundo. Pero ¿por qué tienen que estar reñidos? Ahora comer de forma rápida y económica ya es saludable. Los fastfood de comida sana (o fast food low-cal que ofrecen menús por menos de 500 calorías) se están extendiendo por medio mundo, y también han llegado Galicia. En A Coruña acaba de abrir sus puertas Revive Juice Bars un establecimiento que ofrece squeezes (zumos de varias frutas), smoothies (granizados de fruta fresca) y shakes (batidos naturales). Si quieres algo más sólido puedes optar por vasos de frutas, ensaladas, sándwiches, wraps, snacks de verduras.... Pero todo sano. Aquí como dice su encargado Omar Aniscet no hay un gramo de grasa y azúcar solo en el café. Tampoco aditivos o conservantes porque la fruta y la verdura les llega a diario pelada y troceada, y solo tienen que licuarla con zumo de naranja, hielo o derivados lácteos dependiendo de la especialidad. «Preparamos todo delante del cliente, tenemos unos menús ya preparados pero también les damos la opción de que ellos hagan su propia combinación», dice Omar. Y lo que más piden es el zumo Amazon Silver (naranja, plátano, piña, fresa y jengibre), el smothie Iris (manzana, naranja y kiwi) y el granizado Moka Frappé. Puedes elegir entre una gran variedad de frutas excepto sandía y limón, porque de momento no han encontrado la manera de adaptarla a sus menús conservando las propiedades de estas frutas. Solo de naranja mueven entre 80 y 100 kilos diarios, y es raro que les sobre fruta de los más de 140 kilos que reciben a diario. No les preocupa estar rodeado de otro tipo de locales de comida rápida, primero porque son compatibles, «después de una hamburguesa te puedes comer un vasito de frutas», y segundo porque están convencidos de que pasará lo mismo que con los helados de yogur, «porque la gente cada vez quiere comer más sano».

 «Ver y elegir». Para Isabel Magán esas son las dos claves de su negocio, Sano Sanote, un café-restaurante ubicado en Alfredo Brañas, en el ensanche compostelano. El sistema buffet con gran presencia de vegetales, verduras y frutas triunfa desde hace casi tres años entre los que viven y comen sin demasiado tiempo y que están cansados de torcer la cara y sentirse decepcionados al imaginarse un plato del menú que al final no se corresponde a sus expectativas, amén de no coincidir en el gusto por el aliño comedido o en las cantidades de los productos. «Preparamos los wok de verduras y pescados delante de la gente, y eso gusta», comenta Magán, quien destaca la flexibilidad de sus propuestas sanas: «Al final la gente acaba pagando unos 9 euros por comer durante la semana, y 5,50 si opta por las ensaladas variadas». Entre sus clientes se cuentan trabajadores a los que no les importa servirse ellos mismos, con mucha presencia de celíacos y vegetarianos. «Menos salsas y mucha plancha» es la filosofía del Sano Sanote, un local atendido por su propietaria y otras seis personas que también trabajan con intensidad durante los desayunos.

En Vigo, elegir Tamarindo es otra forma de comer sano sin ponerse triste ante un plato lleno de cosas verdes. El local vive una segunda etapa tras un cambio de ubicación y de gerencia, de la que ahora se encarga Natalia Tinte. El año pasado, la popular bocatería se hizo más visible al trasladarse a la transitada calle Alfonso XIII, la que baja desde la estación de tren que une A Coruña y Vigo. El restaurante comenzó su historia en 1998 ofreciendo a la clientela de entonces el exotismo de una arepa. Y aunque continúan teniendo por bandera esas deliciosas tortitas de maíz típicas de países como Venezuela o Colombia, Tamarindo se ha convertido en uno de los pocos espacios de hostelería donde disfrutar de un menú rápido sin que sea sinónimo de comida basura. Al contrario. Según explica Claudio, el encargado de compras, «lo que prima a la hora de elegir la mercancía que traemos es que sea lo más natural posible, sin conservantes ni aditivos y en el caso de las verduras, de producción ecológica». Así, pueden incluir en su carta ensaladas bio y batidos y zumos naturales, que hacen al instante ante el consumidor y que varían en función de las frutas de temporada.